La LXI Legislatura del Congreso del Estado se ha visto envuelta en un sinnúmero de escándalos que van desde las interpelaciones soeces entre los mismos legisladores, la confrontación con ciudadanos, hasta presuntos actos de corrupción; uso de empresas fantasma y cualquier recibo de compra para la comprobación de gastos.
Durante el primer año de ejercicio la organización Ciudadanos Observando develó que en las comprobaciones de gastos del recurso de Apoyo y Gestión Legislativa, los diputados habían incluido facturas de compra de ropa interior, pantallas LED, vinos y otros.
Sin embargo, esta situación se vio opacada por la revelación de los legisladores más polémicos del Congreso potosino: Sergio Desfassiux Cabello del PRD y José Luis Romero Calzada del PRI.
Desfassiux Cabello se confrontó con elementos de policía que lo detuvieron en presunto estado de ebriedad; vociferó insultos al gremio de los taxistas en plena sesión de Congreso; pretendió llevar a cabo una manifestación en un centro comercial como rechazo al cobro de estacionamiento.
Por su parte José Luis Romero Calzada violó el cerco policial en una escena del crimen en un robo a uno de sus colaboradores, bailó en la sesión de plenos y emitió diversas posturas en contra de la administración municipal de San Luis Potosí; y no solo como diputado, como candidato a diputado protagonizó videos bailando con burros.
Sin embargo fue el escándalo de la “Ecuación Corrupta” el parte aguas de la inconformidad ciudadana y convirtió a esta legislatura nuevamente en nota nacional; esto ocurrió luego de que fue difundido un video en el que aparece el legislador Enrique Flores Flores sugiriendo a un alcalde potosino limpiar las observaciones realizadas por la Auditoría Superior del Estado, a cambio del pago de al menos el 10 por ciento de lo observado.
Por este escándalo renunciaron a sus curules los legisladores Enrique Flores Flores, Oscar Bautista Villegas, Guadalupe Torres Sánchez; por su parte Manuel Barrera Guillén, otro de los involucrados, permaneció en su encargo hasta la temporada electoral.
Otro de los escándalos emblemáticos de la legislatura que concluye su gestión a las 12:00 horas de este 14 de septiembre, es el que devela el presunto uso de empresas y proveedores fantasma para la comprobación de gastos, caso que incluso fue documentado por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Hasta el último momento los legisladores dieron qué de hablar, pues adelantaron un día la presentación del Tercer Informe de Actividades Legislativas, el último evento oficial en su encargo.
Al respecto Pedro Ferriz de Con, periodista y analista político, señaló que en cada uno de los escándalos que protagonizó la LXI Legislatura potosina se percibe “una transgresión constante de las obligaciones de un político o de una serie de legisladores; la vieja historia del abuso del poder por parte de personas que se sienten con derecho a hacer lo que sea con su fuero y con su impunidad constitucional y comerciar con las gestiones que desde una legislatura se pueden hacer”.
Refirió que todo esto remite a las mismas prácticas, federales y locales, de “diputados que se sienten que son dueños del país y que lo manejan como propio”.
Apuntó no obstante, que ya los medios de comunicación están más pendientes y las redes sociales están constantemente denunciando este tipo de hechos, “para que no dejemos que esto siga adelante y le pongamos un hasta aquí a estos abusos”.
Consideró que con la renovación de cargos, viene una función que debe ser central por parte de los ciudadanos, “si nosotros dejamos pasar todo lo que hagan los hombres y mujeres dueños del poder en México nos van a rebasar y vamos llenarnos de una serie muy grande de decisiones que no nos van a gustar como mexicanos para el supuesto beneficio del país. Tenemos que ser observadores, tenemos que denunciar, levantar la voz, hacer ver las cosas cuando sintamos que están mal y ser el único freno”.
Reiteró que el único freno que puede haber de estas actitudes, es la ciudadanía, “somos tú y yo”.
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