Ante los riesgos de padecer osteoporosis que afecta especialmente a mujeres mayores de 50 años y que sufren el 70 por ciento de fracturas por fragilidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí recomendó incorporar como hábito de vida una rutina de actividad física y una alimentación sana y balanceada, con el propósito de prevenir este problema de salud.
Especialistas refieren que la incidencia de osteoporosis se mide indirectamente con la frecuencia de fracturas por fragilidad o de bajo impacto. En ese sentido, más de la mitad de las mujeres de 50 años experimentarán una fractura en su vida y la probabilidad de fractura a los 10 años aumenta dramáticamente con la edad.
También se advierte que los casos de osteoporosis a partir de los 20 años de edad van en aumento, y existen como factores de riesgo el consumo de alcohol, tabaquismo, índice de masa corporal bajo, nutrición deficiente, baja ingesta de vitamina D, trastornos de la alimentación (anorexia y bulimia), ejercicio insuficiente y bajo consumo de calcio, entre otros.
El director del Hospital General de Zona Número 2, Jaime Enrique Manzano Limón, recomendó a la población en general llevar un estilo de vida saludable desde temprana edad, sobre todo adoptar una actividad física para mejorar la calidad ósea. Informó que el IMSS ofrece los tratamientos precisos para atender este padecimiento, por lo que es conveniente acudir al médico ante los primeros síntomas.
Describió que la osteoporosis se caracteriza por ser un padecimiento donde la calidad del hueso disminuye de forma microscópica, lo que ocasiona gradualmente cambios que deforman la osamenta o provocan fracturas. En el caso de la mujer, los huesos pierden estatura, cambia el lineamiento de la columna vertebral y, por consecuencia, provoca dolores intensos principalmente en piernas y cintura.
Explicó que por ser una enfermedad que avanza gradualmente, puede no presentar síntomas de inmediato; pero en un lapso de 2 a 4 años se tienen los síntomas con mayor intensidad.
Manzano Limón aconsejó también consumir alimentos ricos en calcio como lácteos, almendras, acelgas, espinacas, garbanzos, soja y sardina, entre otros; y consultar al médico familiar quien es el indicado para prescribir vitaminas o suplementos alimenticios en caso de ser necesario. Con la ayuda de medicamentos y tratamientos adecuados este padecimiento puede mejorar la condición ósea de las y los pacientes.
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