Una realidad poco discutida es el de las madres o mujeres cuidadoras, aquellas personas que, debido a diferentes circunstancias, se han quedado con la responsabilidad total del cuidado de una persona que no puede valerse por sí misma o que requiere de cuidados constantes la mayor parte del día. Estas personas podrían ser sus hijos o familiares con alguna discapacidad, así como adultos mayores.
Debido a esta responsabilidad, les es muy difícil o casi imposible encontrar un trabajo que se acople tanto a sus necesidades económicas (que les ajuste pagar las cuentas de servicios básicos, así como los gastos especializados de la persona a la que cuidan) y a sus necesidades en lo que a disponibilidad de tiempo se refiere.
Madres y mujeres cuidadoras del colectivo Cuidadoras Potosinas señalaron ante medios de comunicación que aquellas cuidadoras que logran contar con empleo remunerado son violentadas y acosadas por jefes y otras autoridades de mayor rango por la necesidad de salir en horario laboral a realizar diligencias médicas y legales relacionadas con los cuidados y protección de sus hijas e hijos con discapacidad.
Asimismo, denunciaron que se les impide salir para atender emergencias médicas en horas laborales, cuando sus hijas e hijos tienen alguna crisis y se encuentra en peligro su vida, obstaculizándoles la salida por trámites administrativos y/o firmas de autorización.
En cuanto a las mujeres cuidadoras sin trabajo remunerado señalaron que no cuentan con prestaciones médicas, ni seguridad social. Debido a su situación, tienen que recurrir al trabajo informal, sin ingresos económicos fijos, los cuales les permitiría cubrir los gastos por tratamiento, terapias o medicamentos e insumos para tratar a sus hijas e hijos con discapacidad.
“Nuestros hijos se han mantenido vivos y con calidad de vida, gracias a nuestros trabajos de cuidados y a nuestro poco ingreso que podemos acceder de manera no remunerada. La mayoría de las cuidadoras tenemos que asistir al comercio informal, vendiendo lo que se puede como se puede y cuando se puede para poder solventar los gastos y, obviamente, no hay salarios de alcance. Si un padre de familia promedio que tiene hijos sanos a veces no alcanza su salario, imagínense una jefa de familia madre cuidadora”, señaló Mariana Hernández, presidenta de Cuidadoras Potosinas.
El pasado jueves 28 de septiembre, mujeres del colectivo de Madres Potosinas de la capital del estado se manifestaron en el Juzgado Quinto de Distrito para denunciar la falta de sentencias que otorguen pensiones alimenticias las cuales, les servirían para mantener a su hogar, puesto que, debido a la responsabilidad de cuidadoras que ellas tienen, no les alcanza el tiempo o disponibilidad de tener un trabajo.
Por lo mismo, exhortaron a la Secretaria del Trabajo y Previsión Social del Estado de San Luis Potosí y a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo a establecer reglamentos que obliguen a los empleadores a realizar los ajustes razonables a mujeres cuidadoras con empleo remunerado.