El Día de las Madres, fecha que suele estar llena de flores y abrazos, se convirtió en un recuerdo amargo para Belinda Chávez Garza ya que el pasado 10 de mayo fue la última vez que vio a su hijo Noé Cedillo Chávez, un joven de 24 años que desapareció en Ciudad Valles, San Luis Potosí, y desde entonces, su vida cambió para siempre.
“Ese día me abrazó y se fue... desde ese momento. ya no supe nada más de él”, relata Belinda, quien ahora forma parte del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros, que agrupa a familias que enfrentan la misma pesadilla: buscar a un ser querido desaparecido.
Noé, estudiante y trabajador, no tenía pareja ni hijos. Vivía solo y mantenía comunicación constante con su madre, por lo que la ausencia repentina de llamadas y mensajes encendió las alarmas en la familia.
“Dejó de contestar el teléfono y después estaba apagado y ya nadie volvió a saber nada de él”, explicó Belinda.
La madre acudió a la Fiscalía General del Estado y presentó la denuncia correspondiente. Desde entonces, tanto esa institución como la Comisión Estatal de Búsqueda han realizado recorridos en distintos puntos señalados por la familia; sin embargo, los operativos dicen no han dado resultados. “Han hecho búsquedas, pero hasta ahora no tenemos ninguna pista”, explica.
Cuatro meses después, la incertidumbre sigue marcando sus días. Belinda reconoció que desconoce quién podría tener a su hijo o qué fue lo que ocurrió, pero aseguró que lo único que pide es que quien lo retenga, "piense en el sufrimiento de una madre".
“Se extraña como el primer día. Es un vacío que no se llena. Yo lo sigo esperando”, lamenta Belinda.
El caso de Noé se suma a los miles de casos que enfrenta San Luis Potosí y el país entero en la crisis de desapariciones.
Para Belinda, cada jornada es una mezcla de dolor, esperanza y resistencia. “Es bien difícil, pero no me voy a cansar. Yo quiero a mi hijo de vuelta, quiero que regrese a casa”, añadió.