En el marco del mes de la lucha contra el cáncer de mama, los Servicios de Salud de San Luis Potosí han recalcado a la población femenina no olvidar los exámenes, pruebas y exploraciones periódicas que deben realizarse, ya sea para la prevención o una detección temprana de esta enfermedad.

En primer lugar, compartió que existen distintos factores de riesgo para adquirir esta enfermedad, entre ellos, están los biológicos, la historia reproductiva, el estilo de vida o factores ambientales o iatrogénicos.

Entre los riesgos biológicos, abarca ser del sexo femenino, envejecimiento, contar historia personal o familiar de cáncer de mama en madre, hijas o hermanas, que haya antecedentes de hallazgo de hiperplasia ductal atípica, imagen radial o estrellada, carcinoma lobulillar in situ, vida menstrual de más de 40 años (primera menstruación antes de los 12 años y menopausia después de los 52 años). alta densidad mamaria y ser portadora de los genes BRCA1 o BRCA2.

En cuanto a la historia reproductiva, existe el riesgo al no haberse embarazado, que el primer embarazo haya sido tardío (después de los 30 años), y uso de terapia hormonal en la menopausia por más de 5 años.

En el estilo de vida, se considera de riesgo el tener una alimentación rica en carbohidratos y baja en fibra, así como una dieta alta en grasas, tener obesidad, ser sedentaria, y tener un consumo de alcohol y tabaco frecuentes. Por último, en cuanto a factores iatrogénicos (efectos secundarios de tratamientos) o ambientales, existe la exposición a radiaciones ionizantes y tratamiento con radioterapia en tórax.

Para prevenirlo, compartieron, es necesario realizarse auto exploraciones desde los 20 años de edad, ya que esta enfermedad puede presentarse en múltiples edades y con diferentes síntomas. Si bien, el cáncer de mama se presenta con mayor frecuencia como una masa indolora en la mama, también tiene otros signos como retracciones en el seno, hundimientos en el pezón, secreciones, enrojecimientos o cambios en la piel.

Las autoexploraciones, entonces, se realizan cada mes a partir de los 20 años. Según recomendaciones impartidas por el Gobierno de México, esta técnica debe ser enseñada a las mujeres por personal médico o de enfermería de su unidad de salud.

“Al palparse cada mes, aprenderá a conocer su consistencia, su forma, su textura y desarrollará mayor sensibilidad en sus manos, lo que le permitirá identificar cualquier cambio. Si se encuentra alguna anormalidad o nota algo diferente, debe acudir de inmediato a su unidad de salud.”, se compartió.

Esta técnica, consiste en dos pasos: observación y reconocimiento. En la observación, la mujer debe colocarse frente a un espejo y observar sus senos en distintas posiciones para poder detectar cualquier cambio. Algunas de las posiciones son:


1. Parada y con los brazos hacia arriba colocando las manos en la nuca.

2. Con las manos en las caderas.

3. Inclinada hacia adelante.


La exploración continúa con el tacto de los senos. Para ello, se debe realizar con la yema de los dedos, un movimiento en pequeños círculos fuera de la mama y hacia el pezón hasta cubrir toda el área, hasta debajo de la axila, en búsqueda de bolitas, endurecimientos o hundimientos.

Después de los 25 años, se debe realizar una exploración clínica. Según el Gobierno de México, esto se refiere a la técnica de detección basada en la exploración de las mamas por personal médico o de enfermería, con el cual, se inicia la historia clínica de la paciente para identificar factores de riesgo.

Y, tras cumplidos los 40 años, las mujeres deben acceder también a un estudio clínico, es decir, realizarse una mastografía una vez al año, las cuales, se pueden realizar en sus unidades de salud o bien, en clínicas particulares.


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