La diputada federal Patricia Mercado advirtió que abrir en este momento la discusión sobre cambios a las reglas electorales “no es lo más urgente para el país” y podría provocar una mayor polarización política, justo cuando afirmó, México enfrenta retos más inmediatos en materia de seguridad, economía y relaciones internacionales.
“Hoy necesitamos más acuerdos, más trabajo conjunto pensando en México y menos confrontación sobre si a los partidos se les da o no financiamiento, o sobre si se cambian o no sus reglas”, señaló la legisladora.
Mercado insistió en que la coyuntura actual exige cerrar filas frente a problemas internos y externos, entre ellos las tensiones con Estados Unidos, en lugar de desgastar al país en una disputa partidista por la reforma electoral.
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“Hay pendientes como la reducción de la jornada laboral a 40 horas, que tiene un impacto directo en la vida de las y los trabajadores y que deben discutirse antes que las reglas de los partidos”, subrayó.
Sobre la propuesta de eliminar a los diputados plurinominales, Mercado fue tajante: “No estoy de acuerdo. Estas posiciones garantizan la representación de minorías y permiten que liderazgos con agendas nacionales, como las relacionadas con el sistema de cuidados, tengan voz en el Congreso, aunque no provengan de un distrito electoral”.
Si bien reconoció que podría revisarse el número total actualmente 500, aclaró que ello no implicaría reducir la figura de representación proporcional.
En cuanto al financiamiento a los partidos políticos, dijo que es un tema que puede analizarse para ajustar fórmulas o buscar alternativas, pero advirtió que no debe usarse como pretexto para desmantelar instituciones locales.
“Somos una federación; cada estado tiene derecho a decidir sus reglas e instituciones electorales. No se puede centralizar todo en una sola instancia federal sólo por razones de austeridad”, afirmó.
La legisladora reiteró que cualquier reforma electoral debe construirse con un procedimiento democrático, incluyente y basado en el consenso, y no mediante la imposición. “Revisar las reglas sí, pero con tiempos adecuados, escuchando a todas las voces y cuidando que no se erosione la representación y la pluralidad”, puntualizó.