Cada uno de los 27 diputados le cuesta al ciudadano de San Luis Potosí 108 pesos al año, con base en un estudio realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) denominado “Informe Legislativo 2019”, en el que da cuenta que en el país una parte de los congresos estatales cuestan mucho, gastan más de lo planeado e invaden funciones que no les corresponden, pues durante el 2018, 23 congresos locales gastaron mil 233 millones de pesos por encima de lo presupuestado, es decir, 15 por ciento más de los asignado.
De acuerdo al estudio, en México los 32 congresos representan el 0.76 por ciento de los presupuestos estatales; y en el caso de San Luis Potosí, durante el Ejercicio 2018 el Congreso del Estado aplicó menos del 1 por ciento de su gasto a ayudas sociales, ya que en julio del 2018 el legislativo local reformó su Reglamento Interno y Ley Orgánica para eliminar el rubro de gestoría institucional, que en ese tiempo ascendía a 12 millones de pesos anuales.
A pesar de estos ajustes en el gasto legislativo, el estudio concluye que la austeridad aún no llega a los congresos estatales, pues advierte que existe una mala planeación y un manejo discrecional de sus presupuestos, sin criterios de eficiencia y transparencia. En lugar de asignar el gasto público a las necesidades de la población, aprovechan la facultad de aprobar presupuestos para ampliarlos y destinarlos a actividades no sustantivas.
Para este 2019 el Congreso del Estado de San Luis Potosí ejerce un gasto de más de 308 millones de pesos, lo que implica un gasto por diputado de más de 11 millones 400 mil pesos.
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apl