Sanjuana Maldonado Amaya es una mujer potosina cuyos sueños de superación y estudios se vieron truncados tras haber sido sentenciada a 30 años de prisión por un delito que no cometió y cuyo proceso no fue revisado bajo perspectiva de género.

Durante 15 años estuvo privada de su libertad en distintos centros penitenciarios de San Luis Potosí como La Pila, en la capital potosina, Xolol en Tancanhuitz en la entidad potosina, alejada de sus hijos menores de edad y de su familia que por la distancia que hay entre el municipio donde viven sus familiares y donde ha permanecido recluida este 2024.

Hoy a sus 36 años podrá volver a abrazar a sus hijos a quienes tuvo en prisión y los cuales le fueron retirados para estar con su familia, pues la prisión no es un espacio apto para niñas y niños pequeños; luego de que 25 diputadas y diputados de manera unánime le concedieran el indulto que ella misma solicitó como último recurso para volver a vivir en libertad.

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¿Cómo fue la vida de Sanjuana previo a prisión?

Sanjuana nació y vivió en el municipio de Guadalcázar en San Luis Potosí, en una comunidad alejada de privilegios y considerada una de las de más alta marginación en el estado potosino Charco Cercado, del que al cumplir su mayoría de edad decidió salir para buscar un mejor futuro a través del estudio.

A sus 18 años migró de Guadalcázar a Matehuala para estudiar la carrera de informática en el Instituto Tecnológico de Matehuala, en dónde ingresó a trabajar a un Oxxo para cubrir sus necesidades básicas y de estudio, en este lugar fue donde conoció a José Cruz, un hombre 15 años mayor que ella, de quien se enamoró y tiempo después la engañaría.

Sanjuana tenía 21 años y le faltaba un semestre para concluir su carrera cuando conoció a José Cruz, quien después se convirtió en su pareja sentimental y del cual nunca supo bien en qué trabajaba, pero ejercía un control por la diferencia de edad y de poder.

En una entrevista realizada para la agencia de noticias Cimac y las periodistas María Medrano, Xochiquetzal Rangel y Leticia Vaca, Sanjuana comentó que debido a que la relación con José se había tornado complicada decidió terminarlo, y regresar un tiempo con su familia, pero pese a que él no sabía su lugar de origen un día llegó hasta la puerta de su casa en Charco Cercado, por esta razón y por amenazas con atentar contra su vida, Sanjuana regresó con él.

Él debido a las creencias de Sanjuana aprovechó para engañarla y utilizarla para a través de un favor cobrar "un dinero" en la tienda comercial Elektra, dinero que había sido depositado por un secuestro, motivo por el que fue sentenciada a 30 años de prisión.

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“La pastorcita”, como la llamaban dentro de la prisión de Xolol por ser una de las organizadoras para realizar la oración del día, pasó por varias prisiones, siendo la de Ciudad Valles en donde pasó mayor tiempo recluida.

A través de las celdas en donde estuvo pagando una sentencia injusta, Sanjuana optó por rehacer su vida con un buen comportamiento, y en 2017 decidió ser madre por primera vez, siendo la maternidad su motor, según sus palabras, para querer recuperar su libertad y luchar por sus derechos y sueños.

¡Sanjuana es libre!

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