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Existe poco o nulo apoyo gubernamental para fomentar el uso de la bicicleta debido a que los proyectos de movilidad urbana se centran en el uso del automóvil, lo que ha generado que San Luis Potosí obtenga una calificación de cero en algunos rubros y por abajo de cinco en planeación, pero únicamente por el trabajo que organizaciones ciudadanas han hecho para impulsar esta cultura, aseguró Carlos Mancilla Jonguitud, integrante de la organización “Vida sobre ruedas”.
A pesar de ello, en la zona metropolitana se estima de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), que hasta el 2016 un porcentaje de 28.4 por ciento de los hogares cuenta con una bicicleta, en comparación con el 28.1 por ciento que tienen auto. Es decir, aún con nulo apoyo en infraestructura, presupuesto, planes de movilidad y en plena situación de vulnerabilidad de las y los usuarios, la bici sigue en las calles, o al menos forma parte de las familias potosinas.
Carlos Mancilla sostiene que se trata de una situación ya estudiada por organismos internacionales, el hecho de que los proyectos de movilidad que vayan encaminados a cuestiones no motorizadas, habrán de impulsar por sí solos el uso de la bicicleta y por consiguiente la reducción de contaminantes, por lo que en el caso de San Luis Potosí se tienen las condiciones para alcanzar ese propósito, pero la visión de las autoridades es “carrocentrista”, al desarrollar proyectos encaminados a resolver un problema de vialidad, que terminan por ser remedios temporales, ya que en poco tiempo el caos vuelve.
El ranking ciclo-ciudades del 2015, que fue el último que se ha realizado, da cuenta del puntaje máximo que es de 100, y San Luis tiene 20 lo que se considera muy bajo. En tres años de elaboración del ranking (2013, 2014 y 2015) la zona metropolitana ha obtenido 0 puntos en presupuesto en los tres años por tanto, el gobierno no invierte en elementos de movilidad ciclista, aún y cuando en los lineamientos de Fondo Metropolitano se dice que parte del recurso debe emplearse para este fin.
En el resultado aparece un cuatro en planeación, específicamente por el trabajo que Vida Sobre Ruedas (VSR) llevó a cabo con el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), donde lo más significativo que se obtuvo fue la elaboración de un manual para infraestructura ciclo-incluyente.
Se puede así interpretar que la ciudad y su habitantes tienen por costumbre el uso de la bicicleta, donde el sector estudiantil y el obrero, son los que más usan este medio de transporte, pero existe mucha inseguridad e infraestructura apropiada para que pueda ser asumida como una cultura. “Una hipótesis, es que en base a diversos estudios a nivel mundial donde se dice que a mayor infraestructura ciclista (ciclovías, ciclocarriles, vialidad compartida, carril bus-bici, cicloestacionamientos. etcétera) se incrementa el número de viajes, en San Luis también pasaría, pues en los hogares potosinos existen más bicicletas que autos. ¿Por qué entonces el gobierno apuesta a sólo infraestructura exclusiva para el auto?”, cuestionó Carlos Mancilla.
vkc
