La titular de la Secretaría de Salud de San Luis Potosí, Mónica Liliana Rangel, confirmó que el estado pasó del color rojo al naranja en el semáforo epidémico; no obstante, advirtió que no se pueden "bajar los brazos". “Estamos más cerca del rojo que del amarillo”, dijo.
Recordó que la entidad potosina estuvo en semáforo rojo todo un mes, es decir, de riesgo máximo de contagio, y gracias al esfuerzo que se ha estado haciendo por parte de las autoridades, pero sobre todo por parte de la sociedad, se logró bajar algunas décimas en la ponderación para el semáforo; sin embargo, la realidad es que cualquier descuido puede regresar al estado al riesgo máximo de contagio.
Detalló que con el color naranja, que significa riesgo alto de contagio, pueden reabrir los jardines y salones de fiesta, pero con cupo limitado, asimismo los museos, cines y teatros, pero con cupo máximo de 25%; sin embargo, bares, antros y centros nocturnos deben permanecer cerrados.
Por su parte, el director de Salud Pública de los Servicios de Salud estatales, Miguel Ángel Lutzow, dio a conocer el reporte de la situación de la enfermedad durante las últimas 24 horas, siendo que se presentaron otras 26 muertes, con lo que ya se llegó a 888 decesos totales. Aunado a esto, se indicó que también hubo 258 nuevos contagios, por lo que ya se llegó a 13 mil 700 casos confirmados totales, lo que implica una letalidad de 6.48% en la entidad potosina.
etp