Con entusiasmo y altos niveles de participación, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) presentó a la primera generación egresada de su Incubadora de Negocios Gastronómicos, un programa intensivo de cuatro semanas que busca profesionalizar a emprendedores y restauranteros locales.
Alejandro Espinosa Abaroa, presidente de Canirac en la entidad, destacó que este esfuerzo nace como respuesta a una estadística contundente: abrir un restaurante es sencillo, pero mantenerlo vivo no.
“En el mundo, de cada diez establecimientos que inician operaciones, cinco bajan la cortina en menos de un año y solo dos logran llegar al quinto”, explicó.
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En San Luis Potosí, añadió, el panorama es muy similar.
Ante este escenario, la cámara diseñó una capacitación integral para ayudar a los nuevos negocios a evitar los errores más comunes y enfrentar el mercado con bases sólidas.
“Lo que estamos haciendo es recortar drásticamente la curva de aprendizaje. Muchos fracasan por falta de preparación profesional; cocinar para la familia no es lo mismo que administrar un restaurante”, subrayó.
Durante cerca de 40 horas de formación, los participantes adquirieron herramientas para construir un negocio desde cero: elaboración y estructuración de menús, métodos de costeo, trámites indispensables, operación diaria, manejo del personal y los desafíos más frecuentes del sector.
Espinosa Abaroa señaló que la intención es que quienes egresen del programa tengan claro qué implica realmente iniciar un proyecto gastronómico y cómo hacerlo de manera rentable.
El programa también abrió puertas a posibles esquemas de financiamiento, para que los emprendedores puedan concretar o fortalecer sus ideas de negocio.
“Queremos que lleguen preparados y con opciones reales de sostenibilidad”, indicó.
En esta primera edición participaron 30 proyectos, una cifra limitada a propósito para garantizar grupos reducidos y un acompañamiento más cercano.
La respuesta fue tal que ya existen pláticas con la Secretaría de Turismo estatal para llevar la incubadora a los municipios y el modelo ha despertado interés fuera del estado: “Canirac Nacional nos ha buscado porque quiere replicarlo en todo el país”, adelantó el presidente.
Para Espinosa Abaroa, este tipo de alianzas refuerzan la calidad del programa y acercan a los emprendedores a estándares más competitivos.
Los nuevos graduados, aseguró, se mostraron motivados y sorprendidos al descubrir procesos que desconocían por completo: “Muchos nos dijeron que no imaginaban la cantidad de cálculos, decisiones técnicas y organización que requiere un restaurante hasta que lo vieron de manera profesional”.
Para el dirigente, el verdadero fondo del proyecto es claro: la educación es la clave para transformar la industria y fortalecer a quienes desean emprender.