“Es un tema más mediático que otra cosa (…) todos tenemos cola que nos pisen”, dijo el diputado local perredista Sergio Desfassiux Cabello, sobre la existencia de una presunta red de corrupción al interior del Congreso del estado.
El lunes pasado la organización Ciudadanos Observando reveló que empresas fantasma recibieron poco más de 25 millones de pesos de los diputados para facturarlos como supuestos apoyos sociales.
De acuerdo con la investigación, que se basó en documentos obtenidos directamente desde el Congreso, 25 de los 27 diputados del recinto legislativo están implicados.
En ese contexto, EL UNIVERSAL buscó a los legisladores involucrados, así como a la Auditoría Superior del Estado (ASE); algunos diputados prefirieron no dar declaraciones, la ASE aún no da su pronunciamiento al respecto.
Sergio Desfassiux consideró que este caso ha sido utilizado como un tema mediático, al tiempo que reconoció “tener cola que le pisen”. “Todos tenemos algo de corrupción y me incluyo, no me estoy justificando, la corrupción existe, es parte de nuestra formación (...) alguien está detrás de esto, todo tiene un fin y se llama política”, sentenció.
Por su parte, Gerardo Serrano, diputado por el PVEM, señalado dentro de la investigación de haber cobrado facturas al Congreso por supuestas asesorías legales, servicios administrativos y hasta pago a personal de limpieza, sostuvo que las empresas en las que facturó pasaron por un tamiz que garantizaba apoyos a la ciudadanía y eso se cumplió en su caso.
“Todo está en regla, las empresas en las que se me señala cuentan con su acta constitutiva y en todo caso las preguntas deberían de ser ante el notario público”, enfatizó.
En tanto, la diputada priísta Martha Orta, una de las legisladoras señaladas por la mayor cantidad de facturas de las empresas fantasma, negó que los congresistas hayan recibido 25 millones de pesos. “Aquí estoy dando la cara, soy la más convencida de que se aclare esta situación”, indicó.