El pasado 7 de noviembre del 2022, un reporte de desaparición conmocionó a Ciudad Fernández: tres jóvenes habían desaparecido tras asistir al antro “La Gozadera” a divertirse. Se trata de Tania Arizbeth Chavarria Cordoba y Yatzell Morazan Loredo, de 26 años de edad, y la salvadoreña Patricia Iraetha, de 29 años de edad.

Tras su desaparición, fue la hermana de Tania quien se encargó de denunciar la situación a las autoridades, acción que determinó que se generaran las fichas de búsqueda. En esos momentos, lo único que se sabía era que se encontraban en aquel centro nocturno previo a la desaparición y que ahí mismo se encontraron sus pertenencias, e incluso, la motocicleta abandonada de Tania, por lo que desde el primer momento las familias sospecharon de una desaparición forzada.

A un año de los hechos, Juana Loredo, madre de Yatzell, compartió a que pese al tiempo transcurrido no ha habido ningún avance en el caso, y en la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí (FGESLP) no contestan sus llamadas.

“Nunca hemos tenido avances, nunca ha habido avances, nunca ha habido una llamada, nunca nada…”, señaló la madre de Yatzell.

Si bien, hubo algunas labores de búsqueda, estas no condujeron a ningún indicio en particular. El 11 de noviembre se realizó un operativo en una finca en el municipio de Rioverde, sin embargo, en el lugar solo se encontró a una tigresa que luego fue resguardada en el Zoológico de Mexquitic de Carmona.

A partir de esta última acción, no se ha compartido algún avance en cuanto a la búsqueda. En marzo de este año, el fiscal general del estado, José Luis Ruiz Contreras, señaló que no había datos para establecer que las mujeres estuvieran sin vida, por lo que la búsqueda continuaría bajo un protocolo de búsqueda con vida.

“El fiscal llamado Roberto no me contesta y yo hablo con esta niña (la hermana de Tania) y me dice que no hacen nada, que no hacen absolutamente nada, no están haciendo nada. Mañana ya es un año de lo sucedido y no están haciendo nada, todo lo está haciendo esta señora Edith de Voz y Dignidad, ellos son los que han estado moviendo, los que han estado buscando, las que han salido a campo y todo ese tipo de cosas.”

Un año de la desaparición de Yatzell

Juana, relató que desde el momento en que supo de la desaparición de su hija se paralizó. No podía hablar ni hacer nada. Sin embargo, tiempo después, decidió mudarse de Rioverde, porque consideró que la situación no era segura ni para su hijo, ni para su nieta, quien es hija de Yatzell.

“De una cosa sí estoy segura: mi hija no andaba en malos pasos, o sea, mi hija no se merecía eso porque ella no andaba (en malos pasos). Era rebelde, andaba en la fiesta andaba sí, pero no andaba haciendo nada malo.”

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