Desde hace meses la familia González Martínez se suma a los cobros excesivos por el suministro del servicio de electricidad, el señor Gonzalez con 75 años de edad es pensionado y es dependiente del aparato generador de oxígeno y hoy está en riesgo su salud ante la falta de soluciones por parte de las instancias correspondientes que puedan verificar que los cobros de electricidad correspondan a su consumo.
En la casa habitación ubicada en la colonia 21 de marzo donde vive únicamente el matrimonio González Martínez hasta hace un año el cobro era por 500 pesos, no obstante, en los últimos meses la facturación ha superado la misma solvencia económica de la pareja de adultos mayores, pues llega hasta 3 mil 800 pesos, lo cual ha provocado que el servicio sea suspendido y se vean obligados por necesidad médica a pagar reconexión además del cobro del recibo.
“Antes nos llegaban a lo mucho 500 pesos, ahora llega de 3 mil 300 y el más alto fue de 3 mil 800 pesos; hemos ido a CFE pero que no pueden hacer nada”.
La pareja ha recurrido a las oficinas en la capital potosina de la Comisión Federal de Electricidad donde la respuesta fue que no podían hacer nada y pese a que reconocieron que el medidor marcaba como “negocio o comercio, siendo que es una vivienda particular”, se abstuvieron a realizar la modificación correspondiente para regular el cobro.
La pareja coincide en la desesperación que les alberga cada que su recibo llega a su puerta y cada vez con un cobro superior, aunque han buscado el apoyo o respuesta de alguna institución a la fecha no han tenido suerte, lo atribuyen a que por su edad en las dependencias lamentablemente no dan seguimiento ni la atención que deberían.