Daniel Acosta Díaz de León, secretario de Salud del Estado, informó que derivado del plan para la extracción de agua de fuentes locales, como pozos, para hacer frente al desabasto constante de agua por averías en El Realito, la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de San Luis Potosí incrementará la vigilancia en la calidad del agua de consumo humano.
Precisó que la presencia de flúor, arsénico y metales pesados en el agua del subsuelo de San Luis Potosí es un problema que se tiene documentado desde hace muchos años por el doctor Díaz Barriga, lo que representa un problema directo en la salud de las y los potosinos, de ahí la importancia de que en el agua de consumo los niveles sean bajos.
“Realmente es un problema la contaminación de los mantos acuíferos, no solamente es la contaminación el rellenado de nuestros mantos, que ahora con la falta de lluvia va a representar un problema de contaminación, si no la falta de líquido”, comentó Díaz de León.
Pese a que la Coepris realiza de manera constante vigilancia y análisis en el agua para consumo humano, en el caso de que se echen a andar pozos que no funcionaban, se abran nuevos o se reparen los pozos antiguos como lo planea el gobierno de la capital potosina, forzosamente se deberá incrementar la vigilancia en el vital líquido que llega a la ciudadanía para su consumo.
Se estima que la exposición prolongada a estos componentes a través del agua puede causar en el cuerpo humano, problemas en la piel, lesiones cutáneas graves, enfermedades como cáncer, neurológicas, intoxicación, entre otros padecimientos. Ante estos riesgos, el edil de la capital potosina, Enrique Galindo Ceballos, contempla que en los procesos de extracción y antes de la distribución del líquido, se puedan bajar de manera considerable la presencia del flúor, arsénico y metales pesados.