Irritabilidad, cansancio crónico, bajo rendimiento, problemas mentales y emocionales, entre otros, son algunas de las consecuencias a causa de problemas de trastorno del sueño, refirió el neurólogo y coordinador Delegacional de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí, Francisco Javier Ortiz Nesme.
Algunos estudios revelan que en México se duerme en promedio siete horas con diez minutos durante las noches entre semana, lo que se estima se mantiene cerca del límite inferior de horas de sueño recomendadas para los adultos (entre 7 y 9 horas cada noche) aunque durante el fin de semana este promedio aumenta en 33 minutos.
Se estima que cuatro de cada diez mexicanos tienen dificultades para dormir, sufren de insomnio o pueden llegar a desarrollar algún tipo de trastorno del sueño a lo largo de su vida.
Los trastornos del sueño son alteraciones que presenta la persona para conseguir un sueño reparador y pueden deberse a diferentes causas de acuerdo a cada persona, desde cuestiones emocionales, respiratorios o neuronales; y pueden ocasionar baja de rendimiento, irritabilidad, cansancio crónico hasta otro tipo de trastornos.
Uno de los principales trastornos y el más común es el insomnio, del cual existen dos tipos, el temprano donde el paciente no logra conciliar el sueño después de irse a dormir; y el insomnio tardío, el cual se logra dormir, sin embargo, el paciente despierta de madrugada sin volver a conciliar el sueño.
Comentó que por lo regular el insomnio de tipo tardío suele deberse problemas de tipo físico (neuronales) y el de tipo temprano es común por problemas emocionales.
Además de estos dos tipos también existen los de tipo respiratorio, apnea obstructiva del sueño, donde la persona hace pausas en la respiración lo que puede producir una disminución en los niveles de oxígeno y puede desencadenar otro tipo de padecimientos como problemas cardiovasculares, trastornos psicológicos e intelectuales, entre otros.
Agregó que las horas para dormir y descansar adecuadamente puede variar en cada persona, aunque lo recomendable son ocho horas de sueño al día, promedio en un adulto de edad media; sin embargo, los adultos mayores tienen menor cantidad de horas de sueño de cinco a seis horas y los niños o bebés pueden llegar a dormir 10 a 11 horas.
Ortiz Nesme recomendó realizar una rutina antes de ir a dormir, de acuerdo a cada persona como tomar un baño, un poco de ejercicio de relajación, y evitar actividades que pudieran alejar el sueño o impidan el correcto descanso, como ver la televisión en el cuarto, luces encendidas o escuchar música poco relajante; asimismo exhortó visitar al médico para detectar algún tipo de trastorno del sueño y recibir el tratamiento adecuado.
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