En un espacio de tres hectáreas en la delegación de Villa de Pozos, las instalaciones de la Unidad Estatal de Protección Civil, cumple seis años. Es necesario tenerlas en buenas condiciones para que ciudadanos que acuden a realizar algún trámite administrativo, a tomar alguna capacitación o bien a conocer la infraestructura gubernamental, se sientan cómodos; lo importante es lo funcional, describe un vocero de la dependencia, Luis Vedovatti.
En el edificio central se ubican las oficinas administrativas. Área de dormitorios –alrededor de cincuenta- y las personas que acuden a talleres o cursos pernoctan en el lugar “con una módica cuota, muy módica” enfatiza el funcionario. Hay un área de comedor o cocina industrial, tres aulas con adaptación al tamaño de los asistentes, un auditorio y se puede brindar capacitación para cien o 120 personas.
Se cuenta con un amplio estacionamiento; hay área de gas natural para prácticas de emergencia. Área abierta para el manejo de extintores; una biblioteca con acervo especializado, para el personal de protección civil. Y espacio de laboratorios que se está adaptando para utilizarla el año que entra. En los laboratorios se hacen investigaciones de fenómenos perturbadores que pueden afectar en una eventualidad que se presente, como los geológicos y cuentan con sismógrafos para monitorear actividades que se dan en la entidad.
Hay alrededor de 50 empleados que se distribuyen entre la capital, el municipio de Matehuala y la huasteca potosina. Nunca va a ser suficiente el personal, responde a pregunta de la necesidad de recursos humanos. “Falta gente en la zona media, y vamos a ver para el 2018 si se puede incrementar el personal que paulatinamente se incorpora”
La principal tarea: atentos a la venta clandestina de pirotecnia que es muy socorrida en estos días de fiestas navideñas y fin de año, resume el portavoz.