La Feria Nacional Potosina (Fenapo) está cerca de llegar a su fin y romper el récord de los 4 millones de visitantes; sin embargo, para los comerciantes las cosas no van tan bien, ya que las ventas no han sido las esperadas según revelaron algunos ellos instalacos en distintas zonas del recinto.
Tras realizar un recorrido por la Feria, los comerciantes compartieron con EL UNIVERSAL que este año los costos por obtener un lugar fueron más elevados que en ediciones anteriores, y por la gratuidad en entrada y estacionamiento se tenían altas expectativas de ventas, aunque la realidad es que este año las familias se han limitado a gastar en comparación con años anteriores, por lo que estiman que las ganancias para los comerciantes aún se encuentran por debajo de la última edición en 2019.
En la muestra gastronómica, dónde se puede encontrar antojitos de las cuatro regiones del estado, desde enchiladas rioverdenses, enchiladas huastecas, las tradicionales potosinas, bocoles, taquitos rojos, flautas, la cecina tradicional de matlapa y hasta cabrito de Matehuala entre otros platillos; los locatarios confiesan que los puestos del corredor central, aunado a los días de comida gratis han repercutido en sus ventas.
"Si hay gente, hay mucha gente que viene a estar toda la tarde por los juegos gratis y todo eso, la música, pero en cuestión de comida vemos que es un poco menos que otros años, es que también, hay mucho puesto ahí en el pasillo y ya ve que hasta comida gratis", señalaron.
En los pabellones el panorama se encuentra en una situación similar, pues la condición económica de las familias propicia que los gastos de "placer" se eviten.
"Aquí la gente viene, pasa y se pasea pero la verdad es que hay muchas familias que siguen muy gastadas y no es que no quieran comprar, pero no hay, no tienen o están pensando ya en la escuela y no gastan", dicen.
Cabe recordar que en esta edición número 80 de la Feria Nacional Potosina participan más de mil 500 expositores, las zonas comerciales son: pabellón comercial, pabellón artesanal, muestra gastronómica, el área de los gritones que este año se vio afectada por las inundaciones, además del pasillo central donde se concentran puestos de botana y antojitos.
La feria cuenta también con una zona de antros, bares y restaurantes.
