En el marco del Día Internacional de la Mujer, Luz Arredondo, activista en contra de la violencia vicaria en Puebla conocida como la “Mamá Tomate”, visitó la capital de San Luis Potosí el pasado sábado 9 de marzo. En su visita, la activista dio una charla a mujeres potosinas para facilitar la identificación de diferentes formas de violencia vicaria, así como las herramientas para salir de ahí.

La violencia vicaria es una forma de violencia contra las mujeres, la cual es ejercida por los hombres o padres sobre los hijos de una mujer, esto con el fin de hacer un daño a la madre.

Luz Arredondo señaló que desde el Frente Nacional contra la Violencia Vicaria decidieron crear un Vicariometro, herramienta con la cual las mujeres podrán identificar si están sufriendo esta violencia en alguna escala.


“No nos quieren reconocer como parte del Violentómetro, pues vamos a hacer un Vicariometro, en donde está cómo podemos detectar que hay violencia vicaria. Primero es justamente la afectación de este vínculo materno…”

El Vicariometro comprende 10 niveles. Si bien, la violencia suele ser escalada, no es necesario que se cumplan todos los puntos o que se cumplan en orden para poder argumentar que se sufre este tipo de violencia. El Vicariometro señala los siguientes niveles de violencia:

En primer lugar, violencia familiar y/o doméstica, la cual aparece como negligencia en los cuidados de las hijas e hijos y amenazas constantes en dañar a las madres, incluso con la muerte, en caso de denunciar o buscar la separación.

En segundo lugar, manipulación y envenenamiento de los recuerdos, pensamientos y acciones de las hijas e hijos contra la madre y su entorno. En tercer lugar, violencia psicológica, emocional, física, económica en contra de la madre. Esta, suele empezar en la relación de pareja y crece con la separación y/o denuncia.

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En cuarto lugar aparece la violencia física, emocional, psicológica y en algunos casos sexual hacia las hijas e hijos (antes, durante y/o después de la sustracción). En quinto lugar se señala la anulación y negación de la figura materna en todo momento por parte del padre, familia paterna y cómplices.

En sexto lugar, se indica la instrumentalización de las hijas e hijos para que tomen decisiones que no les corresponden, a través de la victimización.

En séptimo lugar ocurre la sustracción, ocultamiento y judicialización de la vida, además de la violencia institucional y terrorismo legal.

En octavo lugar aparece la violencia económica, donde se retira todo este tipo de apoyo para una vida digna.

En noveno lugar, ocultamiento de las hijas e hijos por años, y, en casos extremos, daño a familiares directos y asesinatos.

Por último, se señala que por todas estas formas de violencia, la madre puede llegar a un punto máximo de desesperación que las puede llevar al suicidio, debido a llevar juicios penales falsos, quiebre económico y soledad al perder a sus hijos o hijas.

Cabe recordar que la violencia vicaria es un tipo de violencia reconocida en el estado, dentro de la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de San Luis Potosí.

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