Desde hace cuatro años la potosina Mayela Chávez, realiza réplicas de personajes, mascotas o personas exactas a través de la técnica de crochet japonesa amigurumis” un acrónimo japonés que en español se traduce como “amigo de peluche”, un emprendimiento que le ha dejado satisfacciones personales y económicas.

Su pasión inició para apoyar a su hija Frida, pues un día requirió de un amigurumi, sin embargo, ante la falta de encontrar a alguien que lo realizara en corto tiempo, Mayela decidió buscar tutoriales en internet para realizarle el muñeco con ganchillo, ella misma.

“A mí siempre me han gustado las manualidades y ella (su hija) confió en mí, igual que siempre y me dijo mami por qué no lo intentas” comentó Mayela.

Mayela es una potosina que inició su emprendimiento de amigurumis hace cuatro años. Foto: Xochiquetzal Rangel
Mayela es una potosina que inició su emprendimiento de amigurumis hace cuatro años. Foto: Xochiquetzal Rangel

Una vez que concluyó su proyecto artesanal, a su hija y a ella les encantó el resultado, por lo que decidió combinar su trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social, con la creación de amigurumis. Emprendimiento al que actualmente le dedica todo su tiempo, pues hace dos años se jubiló tras haber trabajado 27 años para el IMSS en San Luis Potosí.

Para Mayela, los amigurumis además de hacer feliz a las y los potosinos que acuden con ella para realizar encargos especiales como réplicas exactas de mascotas o familiares que ya trascendieron, también la impulsaron a salir de un momento difícil emocionalmente.

Foto: Especial
Foto: Especial

“Es una gran terapia, lo recomiendo mucho como una terapia. Dios no se equivoca, cuando yo comencé con este trabajo impulsada por mi hija Frida, yo estaba pasando por una depresión y problemas de ansiedad, cuando vi que me daba paz, yo me enamoré de ellos”.

A partir del 2019, Mayela ha logrado catapultar su emprendimiento llamado Gumminolas, como uno de los favoritos de las y los potosinos, pues a través de sus manos, conocimiento empírico y creatividad logra transformar el estambre en figuras con detalles minuciosos.

Su trabajo al que le imprime su amor, ha gustado tanto que actualmente cuenta con lista de espera, por lo que a sus nuevos clientes les indica que el tiempo de espera es de entre quince días o tres semanas, pese a que dependiendo de los detalles cada amigurumi le toma entre horas o hasta cinco días en concluirlos.

"No ha habido un solo cliente que me diga que no le gustó, todos me dicen que están hermosos, que les agrada mucho mi trabajo. Y la verdad yo sí me siento muy orgullosa porque es un trabajo autodidacta, nunca he tomado una clase como tal, es algo que me apasiona mucho y me da una gran tranquilidad”

Sus creaciones cuentan con precios accesibles al público, pues los costos van desde los 120 pesos hasta los dos mil 500 pesos, ya que depende del tamaño y características solicitadas. A Mayela y sus amigurumis, las y los interesados la pueden contactar a través de la página de Facebook “Gumminolas” o al correo .

Una vez que concluyó su proyecto artesanal, a su hija y a ella les encantó el resultado, por lo que decidió combinar su pasión con su entonces trabajo. Foto: Xochiquetzal Rangel
Una vez que concluyó su proyecto artesanal, a su hija y a ella les encantó el resultado, por lo que decidió combinar su pasión con su entonces trabajo. Foto: Xochiquetzal Rangel
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