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El Sótano de las Golondrinas, ubicado en el Pueblo Mágico de Aquismón, en la Huasteca, es una de las joyas naturales de San Luis Potosí, pues su interior alberga miles de aves de especies como loros, golondrinas, pájaros de colores, además de plantas, árboles y flores.
Este paraje natural que ganó el reconocimiento de “México Desconocido” como mejor Lugar de Aventura durante la edición 2024 del Tianguis Turístico, sufrió una de sus peores tragedias luego de que cientos de aves murieran presuntamente por el sobrevuelo de un helicóptero en la zona.
Activistas ambientalistas denunciaron el pasado 6 de mayo que helicópteros, contratados por la empresa Vidanta, realizaron descensos sobre el sótano, provocando la muerte de cientos de aves adultas, polluelos y nidos, debido a que las aves se encuentran en temporada de anidación.
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¿Cómo es el Sótano de las Golondrinas?
Esta belleza natural ofrece un espectáculo único en dónde se aprecia el vuelo de miles de golondrinas que con su canto tornan la atmósfera en un auténtico “sueño”.
Desde la cueva de 512 metros de profundidad, en punto de las seis de la mañana salen de sus casas golondrinas, loros y aves pequeñas de colores para buscar alimento, las cuales regresan a pernoctar alrededor de las seis de la tarde.
Cuenta con una superficie de 285 hectáreas ubicada en el Barrio de Unión de Guadalupe en la comunidad de Tampatz en Aquismón. Y fue declarado desde el 15 de marzo del 2001, Área Natural Protegida.
¿Cómo llegar al Sótano de las Golondrinas?
El Sótano de las Golondrinas se ubica en el corazón de Aquismón, para llegar desde la capital del estado de San Luis Potosí son casi cinco horas de camino por carretera, ya que se debe tomar la carretera a Rioverde, cruzar Rayón, Tamasopo, tomar el libramiento de Ciudad Valles-Tamuín, hasta llegar a Aquismón y subir hasta la comunidad de Tampatz.
El costo de entrada al Área Natural Protegida es de 100 pesos por persona, para con dicho recurso mantener limpio el lugar y los cuidados necesarios de las especies naturales que habitan en su interior.
Para descender hasta la boca de la cueva, donde vuelan las aves, se deben de bajar los 526 escalones para el primer mirador y poco más de 600 escalones para el segundo mirador, en donde se disfruta más la experiencia.