Antes de presentar artistas internacionales y ser considerada una de las mejores celebraciones del país, la Feria Nacional Potosina (Fenapo) comenzó con sedes dispersas en su capital.
En sus primeras ediciones, la entonces Gran Feria Potosina se efectuó en plazas, iglesias y estadios. Para 1997 cambió la situación y se construyó un sitio centralizado para la celebración anual.
La primera celebración fue el 23 de agosto al 6 de septiembre de 1942. Jesús Mejía Viadero y Manuel Hernández Muro fueron los organizadores, bajo el gobierno provisional del Coronel Ramón Jiménez.
Desde varias semanas antes, los potosinos se prepararon para “tirar la casa por la ventana”. Se colocó un templete especial en la Alameda Juan Sarabia para que mil personas zapatearan en las noches de la celebración; también se emitieron convocatorias para los Juegos Florales –competencia literaria y poética– y demás exposiciones artísticas en honor a San Luis Potosí.
Desde esa edición estuvo la muestra agrícola, ganadera, industrial y comercial, además de la coronación para la primera Reina de la Feria, Elvira I.
La segunda edición, del 25 de septiembre al 3 de octubre de 1943, la organizaron Alfonso Miramontes, Jesús Mejía Viadero y Francisco Lozano. En la inauguración también se hizo la transición de poderes estatales, pues el Coronel Jiménez entregó el cargo al gobernador Gonzalo Santos.
Los potosinos decoraron las principales calles de la capital con arcos florales para dar la bienvenida a los visitantes y al nuevo gobernador.
Dentro del programa se mantuvieron las exposiciones de arte y comerciales, así como la coronación de la nueva Reina de la Feria, Elsa I. También continuaron las corridas de toros y los Juegos Florales.
Una de las novedades fue un elegante baile social en el hotel Vista Hermosa, mientras en las calles, los huapangueros y danzantes amenizaban las noches otoñales de verbena.
En 1997, después de 55 años de la feria y algunos cambios de sede, las actividades de la celebración anual se trasladaron a un espacio multifuncional, con pabellones de exhibición, antros, estacionamiento amplio, domo para conciertos y áreas amplias para las diversas atracciones.
Antes de esa mudanza, los primeros sitios que albergaron la celebración potosina estaban dispersos por la capital del estado.
Uno de los recintos que todavía se utiliza para la feria es la plaza de toros monumental “El Paseo”, a unos metros del Centro Histórico de San Luis Potosí. Se construyó en 1895, con una capacidad de 7 mil 500 personas; algunas de sus paredes muestran sencillos murales de tauromaquia y ganadería.
Otro espacio que albergó la Gran Feria Potosina, sobre todo bailes y verbenas, fue la Alameda Juan Sarabia. Se nombró en honor al periodista y político liberal potosino Juan Sarabia; el lugar tuvo varias modificaciones en el siglo XX, además de ciertos periodos de decadencia e inseguridad.
Para la entonces Gran Feria Potosina también se recurrió al Teatro Alameda, colindante con la plaza Juan Sarabia. El ahora recinto cinematográfico se inauguró en 1941 y fue escenario para la coronación de las primeras reinas de la celebración en 1942.
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Su arquitecto fue Carlos Crombé, también creador de los cines Ordeón y Olimpia de la Ciudad de México. Su estilo es californiano, con una elevada fachada y entradas con forma de portales.
El último recinto que destacó con la Gran Feria Potosina, ahora Feria Nacional, fue el original estadio 20 de Noviembre, que para 1942 estaba a unas calles del Centro Histórico de San Luis Potosí y se demolió a mediados de esa misma década para reubicarlo en un terreno más al sur de la ciudad.
Estaba hecho de pura madera y en su campo se inauguró la primera exposición agrícola, ganadera, industrial y comercial de la feria. El recinto actual puede contener a 6 mil 500 personas y se realizó con materiales más resistentes, aunque tuvo problemas de mantenimiento en los últimos años.