Con los recientes frentes fríos y la probabilidad de nevadas en zonas altas de San Luis Potosí, las y los potosinos que nacieron el siglo pasado recordaron con nostalgia la última nevada que cayó en la capital del estado, la cual se registró el 13 de diciembre de 1997.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, Jorge Arellano, habitante de la capital potosina, relató la experiencia de ver nevar por primera vez en su vida. Originario de Ciudad Valles, se mudó a San Luis Potosí y, tras vivir y estudiar por varios años en la capital, conoció a la que sería su esposa.
En el invierno de 1997, al ella estar embarazada, debía cuidar en extremo su salud, por lo que él salía a hacer las compras en aquel frío fuera de lo normal. Al salir a la calle en la tarde del 12 de diciembre se dio cuenta de algo particular: “Me llamó la atención que ahí el cerro atrás del parque Tangamanga se veía una extraña nubosidad una neblina muy rara. Normalmente las neblinas son en las mañanas y está neblina era ya antes oscurecer, se me hizo muy raro. Entonces se me ocurrió pensar que se trataría de ya la inminente nevada.”
La noche fue helada, como nunca antes. Sin embargo, al despertar, se encontraría con la sorpresa de ver afuera de su departamento en el Centro Histórico nieve acumulada en rincones de los edificios.
“Mi esposa estaba embarazada, estaba dormida. Le dije: ‘¿te cuento un cuento? Érase una vez que amaneció nevado´. Y ella abrió los ojos así de sorpresa y, de inmediato, se asomó a la ventana. ´Es verdad´, pero como tenía mucho frío, no quiso salir. Yo tenía que salir a hacer unas compras y aproveché, pues para ver cómo estaba la calle en la calle Hidalgo”, relató.
Contó, con emoción, que al salir de su departamento se sintió como en las películas, pues había finas capas de nieve a su alrededor y los copos cayéndole encima.
“Me sentí como en las películas, donde tú levantas la cabeza al cielo y te van cayendo copitos en la cara, al extender las manos, las palmas hacia arriba. Cayeron algunos copitos y esa fue la emoción más grande que tuve, el ver, el que me cayera en la cara y también se veía en la gente que caminaba cerca de mí, la sorpresa”.
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Asimismo, Jorge Arellano contó que cuando llegó a vivir a San Luis Potosí en 1986 le contaron que la última vez que nevó en la capital fue 40 años antes: “20 años después también había nevado y se suponía, de acuerdo a esa lógica, que ese año 1986 iba a nevar. Pues no sucedió así, tuvieron que transcurrir 11 años después para que nevara”.
Pese a que en 1997 fue la última vez que nevó en forma dentro de la zona metropolitana de la capital, contó que unos años después también nevó en la Sierra de Álvarez y que la gente viajaba hasta ahí para jugar con la nieve y hasta regresaban con muñequitos de nieve sobre los cofres de los autos para exhibirlos por toda la ciudad.