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El Ayuntamiento de San Luis Potosí, a través del Cabildo, Enrique Galindo, buscará que la tradición de los Altares de Dolores que cada Semana Santa se instalan en el callejón del Buche en la capital potosina, sean reconocidos como Patrimonio Cultural.
Desde hace casi 125 años, cada Semana Santa en el callejón del Buche, ubicado en el Barrio de Santiago, en la calle Altamirano, entre 16 de septiembre y Damián Carmona, las y los vecinos de la zona instalan cerca de 400 altares para conmemorar el sufrimiento que pasó la Virgen María por la muerte de Jesucristo.
A través de la Dirección de Cultura de la capital potosina, los Altares de Dolores se colocan desde una semana antes del viernes santo, en donde se preparan diversos elementos simbólicos, como: las velas que se colocan en los altares, las cuales son encendidas durante el Sábado de Gloria estas regresan a las casas hasta el Domingo de Pascua, donde la cera se derrite para la creación de nuevas velas que se utilizarán las próximas festividades de Cuaresma.
Foto: Especial
"Al tratarse de una actividad que evoca la memoria histórica local, promueve prácticas culturales comunitarias y convoca a la reflexión, cohesión y a la generosidad; toda vez que quien llega a pasar por ahí se le da agua de chía (lágrimas que derramó la virgen) y alimento que es elaborado por ellos", declaró el Ayuntamiento, esperando que esta tradición se convierta en patrimonio cultural de SLP.
Se prevé que el Cabildo también pueda otorgar esta misma categoría a la Procesión de Cristos que se realiza en la delegación de Villa de Pozos, antes de que concluyan las festividades católicas por la muerte de Jesús Cristo.
Los Altares de Dolores
Los altares se distinguen por tener en el centro la imagen de la Virgen, en este se incluyen elementos de papel picado en color blanco y morado, esferas y gotas de cristal, también se colocaba agua teñida de colores en alusión a las lágrimas derramadas por la Virgen María, naranjas agrias adornadas con banderas doradas en representación del dolor, y flores en señal de alabanza.
Las velas que son colocadas en el altar son labradas y signo de la vigilancia, a las cuales se agregan cruces y figuras diversas de trigo germinado, como símbolo que distingue a la Semana Santa, y que representa la muerte y el renacer.
En 2019, potosinos gastaban entre 15 y 500 pesos para construir sus propios altares, ya que también se distinguen por la vestimenta o mantos que lleva la virgen y ramos que se colocan en este, los cuales siempre varían en el precio.
Foto: Twitter Cultura Municipal
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