Entre las calles de la capital potosina, el Café Selecto se mantiene como uno de los establecimientos más antiguos y representativos de la ciudad.
Fundado en 1954 por un inmigrante originario de Cantón, China, este café ha logrado trascender el tiempo y convertirse en un símbolo de tradición para las familias potosinas.
De acuerdo con relatos compartidos en espacios dedicados a la memoria histórica de la ciudad, como el grupo Imágenes Históricas de San Luis Potosí, el fundador fue Geleang Sing, quien, ante el contexto de discriminación hacia la comunidad oriental en México durante el siglo XX, adoptó el nombre de Manuel León.
Con el apoyo de su yerno, José Chew, también migrante chino, logró obtener un préstamo para adquirir un establecimiento conocido como Café Vitamina, el cual fue rebautizado como Café Selecto.
El crecimiento del negocio se consolidó con la participación de su hijo, también llamado Manuel León, quien impulsó una tradición de repostería inspirada en estilos americano y francés, sentando las bases del prestigio que el lugar conserva hasta hoy.
Actualmente, el Café Selecto es atendido por la tercera generación de la familia, y continúa siendo reconocido por su panadería artesanal.
Entre sus productos más solicitados destacan los tacos de piña, el pay de leche y los bísquets, que forman parte del gusto cotidiano de clientes locales y visitantes.
Más allá de su oferta gastronómica, el Café Selecto ocupa un lugar especial en la memoria colectiva.
En redes sociales, usuarios recuerdan las visitas familiares tras la jornada laboral o las tardes acompañadas de pan recién hecho y chocolate caliente.
“Después de trabajar en nuestro local recuerdo mucho que mis papás nos llevaban al Selecto por un pan y un chocolate caliente; siempre era lo mejor”, compartió un usuario.
A más de siete décadas de su fundación, el Café Selecto permanece como un espacio donde el sabor, la historia y la nostalgia siguen en el menú.