Más Información
Cada 22 de Agosto se conmemora el Día Mundial del Folclor declarado así por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el folclor es un elemento fundamental de la cultura en cada comunidad, transmitido de generación en generación a través de tradiciones, artes del espectáculo, prácticas sociales y eventos festivos. Estas tradiciones representan un las experiencias humanas y son un reflejo de nuestra riqueza cultural.
En el marco de esta conmemoración el bailarín potosino Carlos Aarón Rodríguez Esquivel, en entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, recordó que se inició en el arte de la danza folclórica a la edad de 13 años en la secundaria Vicente Rivera Hernández, ya que tenía que escoger una actividad extra curricular. “Tenía que escoger una actividad y desde siempre me había llamado la atención la danza folclórica, una amiga me invitó y tenía el tiempo para hacerlo, entonces decidí irme por esa opción”, destacó.
Añadió que para abrirse camino en el arte de la danza, tuvo que hacer sacrificios: “En este mundo entras a competir de cierta manera, en algunas partes te tienes que ganar tu lugar, tienes que batallar con las críticas, tener que lidiar con los maestros si no eres de su agrado o con los mismo compañeros”, explicó.
Gracias a sus esfuerzos y dedicación a la danza, así como la tutela del profesor Huamantzin Castillo López, quien señala fue un pilar importante en su vida como bailarín, fue que logró conseguir su primer gira internacional en el año 2010 con el Ballet Folclórico Xochiquetzal del Instituto Potosino de Bellas Artes, al Festival Internacional Moscú conoce amigos, en la capital de Rusia, en donde se le galardonó con una medalla por su destacada participación en representación de México.
Dicha participación le permitió abrirse camino en el mundo de la danza folclórica y lo llevó a conocer diferentes partes de Europa, como Alemania y España, y volvería a ser convocado para representar a México una vez más en el Festival Internacional Moscú en el año 2013, siendo esta su segunda actuación en el festival.
“Por experiencia iba preparado más en el 2013, más enfocado en la danza y mentalmente más maduro y comprometido con el arte”, explicó el bailarín potosino.
Hoy en día después de casi 15 años realizando el arte que más le apasiona, los restos son distintos, pues al ser padre de familia tiene que equilibrar su vida personal, con su pasión por la danza.
“Yo empecé a hacer esto siendo un niño, mi única responsabilidad era bailar; ahora que ya crecí busco el equilibrio entre mi vida laboral y el tiempo con mi familia, esto me obliga a dar más del 100 por ciento a veces tengo que dar el 120 por ciento”, finalizó.