La plaga de chinches que invade a París, Francia, y que también ya ha despertado la alarma en territorio nacional por su presunta presencia en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es un tema que no es considerado de riesgo sanitario, según expuso el parasitólogo y especialista Heriberto Méndez Cortés.

Aunque pueden llegar a ser muy molestas las chinches (Cimex lectularius) es un insecto hematófago que más allá de su picadura para alimentarse de sangre, en realidad no representa un riesgo grave a la salud ni de humanos ni animales, una vez que se han detectado lo más adecuado es recurrir a especialistas en fumigación, ya que la limpieza común con agua y jabón de muebles y otros espacios difícilmente acabará con una infestación, así lo dio a conocer el ingeniero agrónomo y parasitólogo además de director de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) Heriberto Méndez Cortés.

Señaló “difícilmente con acciones de higiene regulares o limpiando con agua y jabón se van a eliminar por completo, se esconden muy bien en hendiduras de los muebles y colchones, tapetes, marcos de puertas y ventanas, etcétera, lo mejor es recurrir a una empresa certificada que cuenta ya con químicos especiales para este tipo de casos y aún así se llegan a requerir dos o tres aplicaciones para eliminar por completo una infestación”.

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Puntualizó que tal vez en estos momentos se está hablando mucho de que en la UNAM o incluso en París hay una “plaga” de chinches, pero las chinches han acompañado al ser humano desde la prehistoria por lo que no es algo nuevo y ni la higiene personal, ni las temperaturas están relacionadas directamente con el crecimiento de sus poblaciones, sino más bien el transporte inadvertido de estos insectos por parte los propios humanos de la mano con la capacidad de reproducción exponencial que tienen es el origen de su aparición en determinado espacio.

Mendez Cortés manifestó que tampoco es que se den más en un medio rural o en el urbano, es prácticamente lo mismo, se sabe además que esta especie en específico prefiere la sangre humana, pero cuando no encuentra un huésped cerca, se aprovecha de las mascotas en los entornos urbanos y de los animales de granja en los rurales, a quienes al igual que a las personas les causa solamente molestia y comezón por sus picaduras.

Indicó que las personas deben estar atentos a verificar cuando de pronto se encuentran varias ronchas similares a las provocadas por mosquitos en la piel o que por la noche las picaduras no dejan dormir, incluso que tu perro o gato estén rascándose excesivamente, son signos de que pudiera haber chinches en el hogar y con una verificación de colchones, camas y otros espacios se alcanzarán a detectar visualmente puesto que tienen un tamaño de entre 4 y 7 milímetros.

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El experto recalcó que tampoco se debe estigmatizar a las personas que eventualmente han tenido chinches en sus hogares, puesto que no tiene que ver con temas de higiene ni mucho menos, está relacionado más con que forzosamente alguien tuvo contacto con ellas en algún lado y ya sea en la ropa o transportando algún mueble se las llevó de un espacio a otro y esa es la única forma en que estos insectos logran moverse y crecer sus poblaciones.

Finalmente indicó que quizá lo que está pasando ahora en el mundo es que derivado de que cada vez hay temperaturas más altas es más notoria la actividad de las chinches, puesto que al igual que muchos insectos son mucho más activos con temperaturas más altas en cambio su actividad re reduce considerablemente cuando hay frío, no obstante dejó en claro que son insectos que están presentes en todo el mundo y prácticamente todos los entornos.

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