El colonche es una bebida alcohólica fermentada que se obtiene del jugo de la tuna roja Cardona, un fruto característico de la región semidesértica de San Luis Potosí y Zacatecas.
Su elaboración es un proceso artesanal que se ha transmitido de generación en generación, y su consumo está ligado a tradiciones y festividades locales.
De acuerdo con información proporcionada por el Gobierno de México, esta bebida es de origen prehispánico y era consumida como bebida ritual y en ofrenda a los dioses.
El singular nombre de este elixir proviene del náhuatl "coloa", que significa "encorvar", haciendo referencia a sus efectos embriagantes.
La elaboración del colonche es un proceso laborioso que requiere tiempo y paciencia. Los pasos principales son:
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El colonche tiene un sabor dulce, ligeramente ácido y con un toque alcohólico. Su color varía entre un rojo intenso y tonos violáceos oscuros, dependiendo del tiempo de fermentación. Su graduación alcohólica suele estar entre 23 y 24 grados.
Esta bebida tradicional puede encontrarse en mercados locales, tiendas de artesanías y algunos restaurantes. Durante festividades como la Feria Nacional Potosina (FENAPO), es común encontrar puestos donde se vende colonche.
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Según el Gobierno de México en 1803, en Santa María del Río, San Luis Potosí, los habitantes pidieron al Tribunal Criminal que regulara la producción de colonche. Aunque esta bebida tenía un sabor dulce y atractivo, especialmente para los niños, su alto contenido alcohólico, 20 grados o más, generó preocupación. Además, su producción estaba afectando la disponibilidad de las tunas, un alimento básico.
Las autoridades locales no tomaron medidas al respecto, lo que causó molestia entre los vecinos, que también se veían perjudicados por la competencia desleal de los taberneros, quienes no pagaban impuestos, y la escasez de tunas afectaba a los mezcaleros y pulqueros.
Finalmente, el Tribunal intervino, cerró el lugar de producción, multó a los responsables y prohibió la elaboración y consumo del colonche, exigiendo una indemnización a los afectados. Aunque la bebida fue declarada ilegal, su producción clandestina continuó.
A pesar de ser una bebida ancestral, el colonche enfrenta el reto de mantenerse vigente en un mundo cada vez más globalizado.