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Durante la presentación de Panteón Rococó en la Feria Nacional de la Enchilada en Soledad de Graciano Sánchez, la banda de ska mexicana rindió un homenaje especial para Eulalio Cervantes “Sax”, quien con su saxofón marcó las canciones de La Maldita Vecindad, antes de morir por Covid-19 en el 2021.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, Missael Oseguera Cortés, saxofonista de Panteón Rococó, comentó que la idea de realizar un tributo a la música del “Sax” en su tierra y en cualquier lugar del país o el mundo, se debe al legado de amistad que dejó Eulalio entre todos los integrantes de Panteón Rococó.
No obstante señaló que de manera personal, Eulalio Cervantes, fue uno de los primeros músicos que le brindaron apoyo, orientación y aliento en sus primeros pasos por tocar el saxofón, pese a que en aquel entonces Eulalio ya era reconocido como “El Sax”.
“Fue un amigo que encontré muy pronto cuando empecé a tocar este instrumento (el saxofón) yo sin haber tomado clases nunca en mi vida, me abrió las puertas de su casa para enfrentarme y decirme a ver saca tu saxofón y toca y a pesar de que eran tres notas mal tocadas que yo sabía, nunca hubo un dejo, desprecio de él, al contrario siempre fue motivarme, a exigirme que tocara mejor”, comentó.
Dijo sentirse orgulloso de haber aprendido de uno de los mejores de la música a nivel nacional e internacional, pues además dentro de la industria Missael era considerado el hijo del “Sax”.
“En lo personal “Sax” sí marcó una gran parte de mi vida en lo musical y como persona.
Siempre para todos estaba la broma de que yo era su hijo entre todos los músicos del rock y él se lo tomaba muy enserio y así me presentaba con sus propios hijos, su esposa”, agregó.
Con una sonrisa en el rostro recordó que, en múltiples ocasiones, incluso fuera del país, cuando coincidían en los escenarios, ya fuera por un concierto de La Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio o de Panteón Rococó, ambos compartían melodías cada quién con su saxofón.
Durante la presentación de Panteón Rococó en Soledad de Graciano Sánchez, la agrupación interpretó un pedazo de la emblemática canción “Kumbala” de La Maldita Vecindad, mientras en la pantalla principal del escenario ubicado en la Plaza de Soledad, se proyectaban imágenes de Eulalio Cervantes, así como de Missael con su "padre musical", el Sax.
