La Navidad es una de las fechas más importantes del año para la mayoría de los mexicanos. Más allá de su sentido religioso, es un día en el que las familias suelen reunirse para compartir regalos, una cena y buenos deseos. Pero, ¿qué pasa con las y los adultos mayores que residen en asilos?
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, Saúl Montenegro Mendoza, director de la Comunidad Terapéutica y del Asilo para adultos mayores Macondo, señaló que esta festividad busca vivirse como en cualquier hogar: con una rica cena y abriendo regalos.
Entre risas y alegría, el 24 de diciembre las y los abuelitos reciben presentes enviados por empresas o por personas de la sociedad potosina que buscaron apadrinarlos dándoles regalos que ellos mismos pidieron. Tras acostarse temprano, el 25 de diciembre conviven comiendo el tradicional recalentado.
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Pese a que esta festividad sigue teniendo gran relevancia y llena de alegría a las y los adultos mayores en el Asilo Macondo, Saúl Montenegro señaló que, con el paso de los años, se ha dado cuenta de que el apoyo para las y los abuelitos ha ido disminuyendo, en cuanto a los regalos de Navidad y a las despensas que se donan.
Si bien, invitó a la población a donar artículos de la canasta básica u otros productos que puedan ser del agrado de ellos, destacó que hace falta concientizar a la población acerca de donar algo de su tiempo, pues las y los abuelitos suelen aburrirse al no tener alguien nuevo con quien platicar.
“Cuando viene alguien y dice: ´hola, ¿cómo están?, ’se ve como su semblante vive.”