Con el primer puente del año a la vuelta de la esquina, el Pueblo Mágico Tula, en Tamaulipas, se presenta como una opción ideal para disfrutar de unos días de descanso en familia.
Este Pueblo Mágico que colinda al sur y oeste con el estado de San Luis Potosí combina historia, cultura y naturaleza, ofreciendo una experiencia inolvidable para sus visitantes.
Fundada en 1617, Tula es una de las ciudades más antiguas de Tamaulipas. Su arquitectura colonial, como la emblemática iglesia de San Antonio de Padua, invita a un recorrido por el pasado,, mientras que su plaza principal se convierte en un punto de encuentro ideal para admirar la vida local. La ciudad también es hogar de la famosa cuera tulteca, un traje típico representativo de la región, elaborado de manera artesanal.
El Pueblo Mágico de Tula está rodeado de paisajes espectaculares que incluyen bosques, desiertos y manantiales cristalinos. Entre sus atractivos naturales más destacados se encuentran las ex haciendas Los Charcos, Cerro Gordo y La Verdolaga en la podrás tomar hermosas fotografías, pues en ellas se encuentran parajes llenos de enormes cactáceas, garambullos y órganos de hasta seis metros de altura.
Por otro lado, en el cañón de El Salto tendrás la oportunidad de hacer rapel. Su combinación de formaciones rocosas y pozas cristalinas permiten llevar a cabo actividades ecoturísticas como: la observación geológica, el senderismo, los saltos a la cascada de aguas del río Guayalejo o cañonismo.
Visita la zona arqueológica de Tammapul se caracteriza por tres estructuras circulares conectadas por calzadas. En sus alrededores, se pueden observar restos que podrían haber sido residencias. Este fascinante destino sigue siendo un importante centro de investigación, ya que aún guarda muchos misterios por descubrir.
Cabe señalar que este Pueblo Mágico es el puente para llegar a la Reserva de la Biosfera El Cielo, ubicada en el noreste de México, abarca 144 mil 530 hectáreas y fue la primera reserva de la biósfera del país. Formada hace 65 millones de años, alberga fósiles marinos y una rica biodiversidad, incluyendo 650 especies de mariposas. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.
La gastronomía de Tula es un deleite para el paladar. Destacan las enchiladas tultecas, elaboradas con tortillas coloradas y servidas con queso, chorizo, pollo y una combinación de verduras encurtidas. También se pueden disfrutar dulces típicos como el queso de almendras y bebidas tradicionales como el champurrado y el atole de maíz.
Entre las artesanías que destacan están los trabajos en talabartería, cestería y bordados. Además, Tula es reconocida por la elaboración de sillas de montar y objetos en palma y lechuguilla, ideales como recuerdos para los visitantes.
Para llegar a Tula desde San Luis Potosí, debes tomar la autopista 57 y, en el entronque El Huizache, incorporarte a la carretera federal 80. Luego, continúa hasta llegar a la presa de Guadalupe y sigue por la carretera 101 hasta llegar a Tula.
La cabecera municipal del pueblo se encuentra a mil 173 metros sobre el nivel del mar, lo que le otorga un clima agradable. Además, podrás explorar sus barrios, los cuales están llenos de historia y tradición, esto te permitirá sumergirte en la cultura local mientras disfrutas de un ambiente cálido y acogedor.
Este Pueblo Mágico es la escapada perfecta para vivir momentos inolvidables en un entorno lleno de encanto, tradición y naturaleza.