El arranque de su carrera profesional parecía un sueño hecho realidad, en cuestión de meses la vida le dio severas enseñanzas a Esmeralda Ugalde.
Es una de las ganadoras de La Academia que aparentemente le cayó la maldición y no logró arrasar en su carrera como cantante.
Este trago amargo le dejó enseñanza a la hermana de Ana Bárbara, quien poco a poco encontró espacios en la actuación y logró participar en telenovelas de TV Azteca como "La otra cara del alma" y "Siempre tuya Acapulco".
Su talento la llevó a cambiar de empresa y en el 2016 apareció en Televisa como parte del elenco del exitoso unitario "Como dice el dicho"; sin embargo, esto no duró mucho pues para 2017 ya estaba de regreso en el Ajusco, donde se integró a "Corazón grupero".
Entonces, dejó la actuación y se concentró en la conducción, por lo que parecía que su faceta de cantante estaba sepultada.
Ugalde se afianzó como presentadora y tuvo un paso en Exatlón México, actualmente es parte de los conductores del show grupero al lado de Alex Sirvent.
Sin embargo, vivió momentos muy traumáticos en el aspecto personal.
La potosina vivió su peor experiencia cuando presenció cómo un grupo armado secuestró a dos de sus amigos en el Nevado de Toluca.
Esmeralda señaló que ese día salió junto a las celebridades Vannesa Arias y Alejandro Sandí; así como el turista francés Fréderic Michel, rumbo al centro turístico para presenciar el amanecer.
Dijo que los sujetos les cerraron el camino y los despojaron de la camioneta en la que se trasladaban.
"Se llevaron las bolsas, los celulares, pero lo material no nos importa, lo que importa es que fuimos víctimas de la inseguridad, en esta camioneta veníamos tres personas, Alejandro Sandí, que es uno de nuestros mejores amigos, venía Esmeralda Ugalde y una servidora".
En el video que compartió en redes sociales pidió por el bienestar de los afectados y dijo que no daba más detalles para evitar entorpecer las investigaciones.
Además, afirmó que ella y Arias salieron de la camioneta y escaparon para pedir ayuda.
El suceso ocurrió el 19 de noviembre del 2019 y casi una semana después se confirmó que Sandí fue liberado sano y salvo, a cambio de pagarle a los delincuentes una fuerte suma de dinero.
La experiencia la marcó de por vida y lamentó que la inseguridad causa en que los mexicanos se priven de momentos maravillosos.