Edgar y Arturo comenzaron su pasión por el grafiti siendo adolescentes, su primer contacto con las llamadas bombas o firmas, fue en la secundaria cuando pasaban por el transporte público y las pintas urbanas les llamaban la atención; su primer acercamiento con el arte fue a través de la ilegalidad.
Después de aprender a inflar letras y plasmarlas en el espacio público, fueron evolucionando sus pintas hasta crear obras de arte, como la enfermera que sostiene el mundo, ubicada en los puentes del distribuidor Juárez, en la capital de San Luis Potosí, en honor al personal al médico durante la pandemia.
Su pasión por el arte los llevó a profesionalizarse y convertirse en los primeros potosinos en graduarse de la Escuela Estatal de Artes con un mural que utiliza técnicas del arte urbano como el uso de pintura en aerosol y la pistola.
Tras años de haber sido estigmatizados como vándalos, por hacer grafiti cómo artistas urbanos decidieron profesionalizar las aptitudes artísticas para manejar aerosoles y crear murales urbanos. Así pasaron de ser los vagos con los que nadie quería que sus hijos se juntarán, a ser admirados artistas por familiares y amigos.
“Empezamos como grafiteros ilegales, no sabíamos que existía una carrera para estudiar pintura, no sabíamos que se podía profesionalizar y ganar dinero como con cualquier otra carrera. Poco a poco lo comenzamos a hacer de manera legal. Nos hicieron profesionalizarnos y darle otro giro a lo que conocíamos que era la calle nada más con nuestra manera de expresión”, comentó Edgar Eduardo Jauregui López.
Ambos se graduaron de la Escuela Estatal de Artes hace seis años, desde entonces han participado en diversas intervenciones a nivel local, regional y nacional, poniendo en alto el legado artístico que vive en San Luis Potosí; sin embargo no se habían titulado debido a que solo existía la titulación con la entrega de productos como escultura, pintura en lienzo.
Bajo la idea de “Querer hacer algo diferente, algo que fuera actual”, le propusieron al entonces Director de la Escuela Estatal de Artes poder presentar un mural que prevaleciera en el tiempo, en donde plasmaran nuevas técnicas, para así innovar y alentar a jóvenes que como ellos pintan desde la ilegalidad a profesionalizarse y convertirse en artistas legales.
“Queríamos hacer un mural utilizando el aerosol y la pistola como nuevas técnicas, que es el Neomuralismo Mexicano. Gracias a dios se nos dio la oportunidad y es la primera vez que dos egresados de la Estatal nos titulamos con esta nueva modalidad”, precisó Edgar Jauregui.
Tras varios años lograron su cometido, el Sistema Educativo Estatal Regular les prestó una de las paredes que se encuentra al interior de las oficinas centrales para que pudieran representar los 200 años de la educación en San Luis Potosí en el marco de los festejos de los 200 años de su fundación.
Con la vinculación hecha entre ambas instituciones, Arturo y Edgar comenzaron a imaginar un mural al que titularon "Excursión por un intervalo”, el cual narra una trayectoria del tiempo, desde los inicios de la educación en San Luis Potosí, la cual era impartida por la iglesia, su paso por la educación a cargo del Gobierno y finalmente el aporte de la tecnología en la formación de las nuevas generaciones.
“Desde el principio nos dimos a la tarea de investigar sobre el SEER, el proceso de la educación en el estado, cómo inició y alrededor de unas cuantas semanas, en donde trabajamos el boceto, la composición, todo lo que conlleva, realizamos este mural”, comentó Arturo Zavala Hernández.
Luego de unas semanas de trabajar el boceto, presentar ante las autoridades del SEER de manera digital cómo luciría el mural y de explicar el significado, su idea fue aprobada. No obstante contaban solo con dos semanas para concluir con el Mural en donde conjuntaron su pasión por el grafiti y su profesionalización.
“El grafiti en muchos de nosotros ha impactado de manera significativa, ya que venimos de una generación en la cual crecimos con ella. El hecho de que nosotros le pongamos la seriedad y decirle a la gente esto es algo que la verdad se puede hacer bien y que impacta en la gente de manera positiva también, es lo que me hace sentir orgulloso”, agregó Arturo Zavala.
Pese a las dificultades que presentaba la pared en donde plasmaron su proyecto de titulación, por ser una barda con forma irregular y con superficie rugosa, los artistas lograron concluir su mural en tan solo quince días, en donde trabajaron horas continuas en solitario aprovechando las vacaciones de Semana Santa y Pascua.
El mural que plasma de manera gráfica y emocional la transición de la educación de ambos artistas, así como del SEER en la sociedad potosina, perdurará en el tiempo, pues según lo comentado por los creadores, ese fue el acuerdo realizado, que su obra no pueda ser cambiada para que quede un antecedente de que los murales que nacen del graffiti no son efímeros y que la posibilidad de titulación con técnicas urbanas pueda prevalecer.