Donde por más de un siglo se escucharon los pasos de reclusos y el eco de las rejas cerrándose, ahora resuenan gritos, risas nerviosas y cadenas arrastrándose.

La antigua penitenciaría de San Luis Potosí, hoy convertida en el Centro de las Artes, se transformara por unos días en una Casa del Terror que promete ponerle los pelos de punta a cualquiera que se atreva a cruzar sus puertas.

La noche de este miércoles, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona encabezó la inauguración oficial del recorrido, que permanecerá abierto hasta el lunes 3 de noviembre, en un horario de siete de la tarde a doce de la noche.

Foto: Jazmín Ramírez García
Foto: Jazmín Ramírez García

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La entrada no tiene costo en efectivo: basta con llevar un kilo de croquetas por persona, donativo que será destinado al albergue para perritos “Huellitas”.

El acceso se realiza por grupos de diez personas, quienes aguardan su turno en el exterior del recinto, bajo la tenue iluminación de la fachada histórica.

Y una proyección de imágenes de terror en las paredes del Centro de las Artes.

Una vez adentro, el recorrido se convierte en un laberinto oscuro donde la oscuridad, los murmullos y el frío de las paredes antiguas hacen olvidar que se trata solo de una atracción temporal.

Foto: Jazmón Ramírez García
Foto: Jazmón Ramírez García

Entre pasillos húmedos y celdas cerradas, aparecen payasos siniestros, niños jugando en silencio, una figura vestida de novia que llora por los pasillos, y un hombre que blande una sierra encendida, provocando los gritos más fuertes de la noche.

A cada paso, se escuchan golpes, lamentos, cadenas y puertas que se cierran de golpe, mientras luces rojas, verdes y moradas parpadean, apenas dejando ver los rostros del miedo.

“Queremos que la gente viva una experiencia diferente, que aprovechemos los espacios del Centro de las Artes y que además apoyemos una causa noble”, expresó el gobernador durante el recorrido inaugural.

“Si hay buena respuesta, podríamos extenderla una o dos semanas más”, adelantó.

Así mismo explicó que cada día serán personajes diferentes.

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El ambiente, aseguran los asistentes, es tan real que la atmósfera se siente pesada, como si las historias del antiguo penal aún respiraran entre sus muros.

Las paredes, cubiertas de sombras, parecen conservar parte del pasado de quienes alguna vez estuvieron ahí.

La Casa del Terror está abierta para todo público, aunque se recomienda no ingresar a personas embarazadas, con enfermedades del corazón, menores de ocho años o personas propensas a la ansiedad.

Foto: Jazmín Ramírez García
Foto: Jazmín Ramírez García

El evento no solo busca entretener, sino también dar vida a un espacio con historia y promover la empatía animal. Cada croqueta donada ayudará a alimentar a los perros rescatados de Huellitas.

Así, la vieja penitenciaría símbolo de castigo y encierro, renace por unos días como escenario del miedo, la adrenalina y la solidaridad.

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