El impresionante Cañón Colorado en SLP, perfecto para hacer senderismo en un paisaje surrealista

En el semidesierto de Monte Caldera, dentro del municipio de Cerro de San Pedro, se halla un escenario natural que pocos conocen de San Luis Potosí, pero que quienes lo visitan ya ubican en su lista de lugares favoritos: el Cañón Colorado.

Con más de cuatro kilómetros de terreno abierto, dunas rojizas y cárcavas pronunciadas, este cañón ofrece una experiencia estética y sensorial única, donde el silencio y las formaciones rocosas construyen un paisaje casi surrealista.

¿Cómo llegar al Cañón Colorado de SLP?

El Cañón Colorado se encuentra en Monte Caldera en el municipio de Cerro de San Pedro, aproximadamente a 40 minutos de la capital potosina. Se ubica en la zona del semidesierto y se caracteriza por su clima árido, suelo rojizo mineralizado y vegetación dispersa.

Para quienes salgan desde la capital potosina, el trayecto implica conducir por carretera, cruzar algunas brechas de terracería y contar con vehículo adecuado y posibilidad de guía local, especialmente si es la primera visita.

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Lo que lo hace especial

Las dunas y cárcavas del Cañón Colorado tienen tonalidades que varían entre naranja, rojo y rojizo intenso a medida que avanza el día, con los rayos del sol transformando el paisaje en un espectáculo visual.

El entorno invita al silencio: el viento, los crujidos de la arena y las formaciones solitarias crean una atmósfera casi alienígena. No hay ruidos urbanos, no hay multitudes; solo naturaleza y paisaje.

Se presta para el senderismo, la fotografía de paisajes extremos, observación de flora adaptada al clima semidesértico, y disfrutar la naturaleza en su estado más puro.

El Cañón Colorado ofrece un paisaje casi surrealista.

Consejos para visitar el Cañón Colorado

Llevar ropa cómoda, calzado de senderismo adecuado, idealmente cerrado y con buen agarre para evitar resbalones en arena o grava suelta.

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Protección solar indispensable: sombrero, bloqueador, gafas, agua suficiente, pues no hay puntos de abastecimiento para hidratación en el trayecto.

Visitar preferiblemente por la mañana temprano o al atardecer, para ver los colores rojizos al máximo y evitar temperaturas extremas del mediodía.

Si es posible, hacerlo con guía local: ayuda con orientación, seguridad y respeto al entorno.

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Respetar el sitio: llevar tu basura, no dañar formaciones rocosas ni flora adaptada al clima seco.