Como cada año, el fuego simbólico se prepara para consumir el mal durante la tradicional Quema de Judas, una de las celebraciones más esperadas del Sábado de Gloria, dentro de las actividades de Semana Santa.

Esta práctica centenaria representa el triunfo del bien sobre el mal mediante la quema de figuras elaboradas en cartonería que, originalmente, encarnan a Judas Iscariote, el apóstol que traicionó a Jesús.

Foto: Huberto Torres EL UNIVERSAL
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Este 2025, los preparativos ya están en marcha con la exhibición de las figuras participantes del XXX Concurso de Elaboración y Quema de Judas, las cuales pueden ser admiradas en el Museo Nacional de la Máscara.

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Como ya es costumbre, los artesanos usaron su creatividad, presentando no solo demonios tradicionales, sino también figuras satíricas y críticas que representan a personajes de la vida política, artística o a conceptos que simbolizan el mal.

Foto: Huberto Torres EL UNIVERSAL
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Entre las figuras que más llamaron la atención se encuentra una representación del expresidente estadounidense Donald Trump, así como diablos que aluden a los campos de exterminio descubiertos en diversas regiones de México, reflejando así problemáticas sociales actuales y convirtiendo esta tradición en un vehículo de protesta y conciencia colectiva.

Foto: Huberto Torres EL UNIVERSAL
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La Secretaría de Cultura informó que los resultados del concurso serán publicados el 14 de abril en su sitio web y página oficial de Facebook.

La ceremonia de premiación tendrá lugar el 19 de abril de 2025 a las 18:00 horas, en la explanada del Museo Nacional de la Máscara.

Foto: Huberto Torres EL UNIVERSAL
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Ese mismo día, a las 20:30 horas, se llevará a cabo la esperada quema colectiva en la explanada del Templo de Nuestra Señora del Carmen, donde las figuras arderán como símbolo del rechazo a las injusticias, la traición y el mal.

Foto: Huberto Torres EL UNIVERSAL
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Esta ceremonia no solo preserva una tradición centenaria, sino que también permite a los ciudadanos reflexionar sobre los males que aquejan a la sociedad y, de forma simbólica, darles fin a través del fuego.

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