Pocos lo recuerdan, pero antes de consolidarse como uno de los porteros más emblemáticos del futbol mexicano, Guillermo “Memo” Ochoa tuvo un breve paso por el futbol potosino.
Ocurrió en el Apertura 2004, cuando el entonces Real San Luis, equipo filial del Club América en la Primera División A, recurrió al joven guardameta para un partido clave del torneo.
Con apenas 19 años de edad, Ochoa fue "prestado" por el América para disputar un solo encuentro, correspondiente a la Jornada 19 del campeonato, frente a Lobos BUAP.
La intención era reforzar al conjunto potosino en un duelo decisivo que le permitiera cerrar el torneo en una mejor posición y aspirar a la liguilla.
El partido se disputó con Ochoa como titular en la portería y terminó con victoria de San Luis por marcador de 3-2, resultado que permitió al equipo cumplir su objetivo inmediato.
A pesar del triunfo y de haber jugado los 90 minutos, el arquero no pudo continuar con el club, ya que no cumplía con los requisitos de minutos para ser registrado en la fase final del torneo.
Tras ese encuentro, Memo Ochoa regresó al Club América, donde poco tiempo después debutaría en la Primera División y comenzaría una carrera que lo llevaría a Europa, a múltiples Copas del Mundo y a convertirse en uno de los referentes del futbol nacional.
A más de dos décadas de aquel partido permanece como una anécdota poco conocida: la noche en que Guillermo Ochoa defendió la portería del San Luis, dejando una huella breve, pero significativa en la historia del futbol potosino.