En el corazón de la Huasteca potosina, se ubica el municipio de Huehuetlán, considerado exótico para muchos por su selva natural, sus montañas y sus ríos que forman pozas naturales de aguas cristalinas de un color vibrante azul turquesa.
Es uno de los lugares pocos explorados de la Huasteca, por lo que si lo visitas podrás sentir mucha calma en el ambiente. Las pozas de este municipio provienen de las corrientes de agua de la Sierra Madre Oriental, gracias a que están aisladas, el agua se conserva limpia y refrescante.
Todos los conocen como el manantial congelado, por su agua sumamente fría que brota entre rocas y vegetación exuberante. Es un destino fuera de lo común y es ideal para nadar entre peces y relajarse en su entorno natural.
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Cuenta con infraestructura básica como estacionamiento, palapas, asadores, vestidores y comida local. La entrada cuesta de 20 a 30 pesos por persona, por lo que es súper económico.
Entre el municipio de Tancanhuitz y Huehuetlán se encuentra esta poza de agua cristalina y con pequeñas cascadas que pintan un escenario mágico. Para llegar a ella se requiere caminar unos 30 minutos entre senderos desde la carretera principal.
La entrada es gratuita ya que pertenece a la comunidad local, por lo que es una zona poco concurrida.
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Es uno de los parajes más hermosos donde se forman pozas naturales por el río que pasa por Huichihuayán. Es un sitio ideal para nadar y hacer actividades al aire libre entre las montañas de la Sierra Madre Oriental. Llegar aquí es muy fácil, pues se ubica a 200 metros bajo nivel de la carretera México-Laredo.
Este lugar es muy relajante por el sonido del agua fluyendo sobre las rocas y sus paisajes llenos de serenidad por todos lados.
El acceso es gratuito y no cuenta con infraestructura turística, así que es importante llevar lo esencial: agua, alimentos, calzado cómodo, sillas o una sombrilla. ¿Cuál de estos rincones te gustaría descubrir?