Todos los días Juan Marcos Ortiz dedica más de ocho horas a su trabajo en la inyección de plásticos en la zona industrial de San Luis Potosí, sin embargo, al llegar a casa usa el poco tiempo libre que le resta para adentrarse en lo que se ha convertido en una de sus pasiones, el coleccionismo y modificación de automóviles a escala.
Para Juan Marcos los autos miniatura están llenos de fascinación, cada pieza, la pintura y accesorios los convierten en únicos por lo diminuto que pueden llegar a ser.
Desde hace años, se convirtió en coleccionista, sin embargo, recuerda que hace apenas 4 años utilizó su ingenio y se convirtió en fiel seguidor de replicar autos de películas, vídeojuegos, pero además comenzó a replicar vehículos miniatura de la fiscalía potosina, la Guardia Civil Estatal, la policía municipal de Soledad y ahora los que más se han popularizado, los de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de la capital.
A la par de su trabajo en la industria, también es emprendedor con un negoción de impresión que lo alentó a crear estos autos de colección, como en un accidente, comenzó a imprimir los sellos de la corporación policiaca capitalina y eso lo motivó a crear la minipatrullas en un taller improvisado en su casa. Desde entonces, no ha parado para conseguir que las piezas sean fieles copias de las unidades de tamaño real.
"Trabajo aquí en mi casa, un taller como tal no tengo, empiezo en el comedor, en la recámara, en dónde se pueda... Es un largo trabajo desde el encintado, las capas de pintura, hasta conseguir o crear cada accesorio, el tumba burros, los faros, todo cuenta", narró en entrevista con EL UNIVERSAL San Luis Potosí.
Cada sábado acude al kiosko de la Alameda Juan Sarabia, ahí un cliente y elemento de la corporación municipal de San Luis se enamoró de las pequeñas patrullas en autos Charger, las mini Tahoe, con los nuevos colores negro y verde brillante.
Su trabajo como creador de autos a escala lo ha llevado no sólo a ganarse el respeto y admiración de los mismos coleccionistas, sino que también se ha ganado el corazón de clientes, pues entre los pedidos cada auto lleva una historia.
"Hay muchas historias y eso es gratificante, una vez un cliente me pidió un autobús de primera plus personalizado y todo muy a detalle porque su hermano era operador y murió en un accidente y querían tener su camión de recuerdo".
Cada pieza le lleva en promedio 2 días de elaboración siempre y cuando el trabajo sea de lleno, sin embargo, al alternarlo con su empleo y emprendimiento, una pieza puede tardar varias semanas hasta obtener la perfección que lo distingue.
Actualmente Juan Marcos tiene más de mil autos de colección, ha modificado cerca de 300 y tiene ya una lista de pedidos de vehículos de distintas corporaciones, cada pieza la comercializa en 400 pesos, además de poder encontrarlo cada sábado en el kiosko, recibe pedidos en su página Jumbo Kustoms.