Descubre la curiosa historia de Ahualulco, el municipio que no siempre fue parte de SLP

Más de San Luis | 10-10-25 | 12:32 | Actualizada | 10-10-25 | 12:32 |

Fabiola Hidalgo

El actual municipio de Ahualulco del Sonido 13, ubicado al noroeste de la capital de San Luis Potosí, tiene una historia que se remonta a tiempos prehispánicos. Vestigios arqueológicos hallados en la región —como puntas de flecha y dibujos rupestres— indican que fue una antigua zona chichimeca hasta el siglo XVI.

La primera fundación colonial se dio el 5 de febrero de 1542, por el conquistador Cristóbal de Oñate, aunque no fue hasta 1799 que el asentamiento comenzó a tomar forma como población organizada, en una estación de la Hacienda de Bocas, conocida como Fuente Mayor. Este desarrollo fue impulsado por una obra pía que facilitó la instalación de nuevos pobladores.

Sin embargo, Ahualulco no siempre fue potosino. En sus orígenes políticos, pertenecía al estado de Zacatecas. Fue hasta 1858, tras un acuerdo entre ambos estados, que el municipio fue intercambiado por Ojo Caliente, pasando definitivamente a formar parte de SLP.

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Foto: Vox Populi.

El cambio de jurisdicción no fue un proceso sencillo ni exento de tensiones. A mediados del siglo XIX, los habitantes de Ahualulco vivieron conflictos agrarios y políticos, derivados de la venta de la Hacienda de Bocas en 1846, lo que dio pie a una serie de atropellos hacia la población local.

En octubre de 1847, se gestó una revuelta donde los pobladores saquearon oficinas gubernamentales y eclesiásticas. La rebelión fue sofocada por tropas potosinas y de Aguascalientes, muchos participantes fueron enviados a prisión.

Tras su incorporación a San Luis Potosí, Ahualulco fue erigido como Villa en 1859. Ese mismo año, vivió la célebre Batalla de Ahualulco entre fuerzas liberales, comandadas por Santiago Vidaurri e Ignacio Zaragoza y conservadores al mando de Miguel Miramón. Este conflicto fue un capítulo significativo dentro de la Guerra de Reforma en México.

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El nombre actual del municipio no es casualidad ni decoración. Se trata de un homenaje al músico y científico Julián Carrillo (1875–1965), originario de esta localidad, quien desarrolló una de las teorías musicales más vanguardistas del siglo XX: el Sonido 13.

Esta teoría exploró los microtonos —fracciones más pequeñas que el semitono tradicional—, abriendo nuevas posibilidades para la composición y ejecución musical. Carrillo diseñó instrumentos específicos para este fin, como pianos microtonales y un arpa única en su tipo.

El 1º de julio de 1932, el municipio adoptó oficialmente el nombre Ahualulco del Sonido 13, en reconocimiento al impacto mundial de su hijo ilustre. Aunque en 1944 volvió a llamarse simplemente Ahualulco, el título honorífico persiste como símbolo de identidad y orgullo cultural.

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Foto: Facebook Paco Rodríguez.

Ahualulco no solo se destaca por su historia política y musical, sino también por su riqueza cultural, tradiciones vivas y patrimonio arquitectónico. Entre sus sitios históricos sobresalen:

La Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria (siglo XVIII)
La Ex Hacienda de San Francisco Javier de la Parada (siglo XVI)
El Cañón del Cerrito de Rojas
La Presa de Santa Genoveva, una de las más grandes del estado

Además, la comunidad celebra con fervor la fiesta de la Virgen de la Candelaria, del 26 de febrero al 2 de marzo, con feria, danzas, corridas y peleas de gallos.

En cuanto a su gastronomía, destacan las carnitas, el pulque y los dulces de tuna, mientras que sus artesanías incluyen sombreros, canastas y cordelería tradicional.

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Foto: Gobierno de México.

Julián Carrillo no solo revolucionó la música, sino que colocó a Ahualulco en el mapa cultural del siglo XX. Su obra ha sido recuperada y celebrada por instituciones como el INBAL y Ex Teresa Arte Actual, que en el marco del 150 aniversario de su nacimiento presentaron el documental-concierto Retorno a Ahualulco, dirigido por el compositor Arturo Fuentes.

Este proyecto multidisciplinario explora los paisajes sonoros y visuales que pudieron inspirar a Carrillo, rescatando su legado no solo como compositor, sino como inventor, científico y visionario.

Su trabajo, reconocido por su profundidad filosófica y musical, posiciona a Ahualulco como un semillero de innovación y arte en la historia sonora de México.

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Foto: San Luis Potosí Turismo.

Hoy, Ahualulco del Sonido 13 representa mucho más que un nombre evocador. Es una comunidad que ha sabido transformarse desde su origen indígena y colonial, que luchó por su lugar en el mapa político nacional y que, gracias a Julián Carrillo, dejó una huella imborrable en la música universal.

Su historia es un recordatorio de que incluso los pueblos pequeños pueden producir ideas capaces de cambiar al mundo. Y en Ahualulco, el sonido del pasado sigue resonando hacia el futuro.