La tarde del jueves 14 de septiembre de 1933 lo que comenzó con una , terminó en una tragedia.

Una tormenta torrencial, que se extendió por horas, convirtió las calles de la capital de San Luis Potosí en ríos debido a la ruptura de la presa La Constancia, una de las más antiguas.

En vísperas del Grito de la Independencia, alrededor de las 11:00 de la noche, la presa, el río Santiago y arroyos se desbordaron sin control, inundando el centro y las colonias aledañas. En cuestión de minutos las viviendas cedieron ante el agua, por lo que familias enteras tuvieron que buscar refugio en las azoteas para salvar sus vidas.

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Delegación de Bocas inundada en 1933. Foto: Archivo Histórico del Estado "Lic. Antonio Rocha"
Delegación de Bocas inundada en 1933. Foto: Archivo Histórico del Estado "Lic. Antonio Rocha"

Antes de la catástrofe, personas se reunieron en la Plaza de Armas para celebrar y otros permanecieron en sus casas. El festejo del 15 de septiembre se opacó por los gritos desesperados de la gente: “¡se reventó la presa, se reventó la presa!”.

Personas huyeron también rumbo al Santuario de Guadalupe, una de las zonas más altas de la capital. Se cuenta que el agua alcanzó 80 centímetros de altura provocando un gran terror entre los potosinos. Clavos se colocaron en varios edificios para identificar hasta donde llegó el agua y se dejaron como muestra de este trágico momento.

Inundación en SLP en 1933. Foto: Redes sociales
Inundación en SLP en 1933. Foto: Redes sociales

Primero los habitantes de la fracción de Morales fueron alcanzados por el agua. Minutos después arrasó a Santiago, Tlaxcala, El Montecillo y Soledad. Se dice que los barrios de Santiago y Tlaxcala fueron los que sufrieron más daños. Viviendas, muebles, animales y árboles pagaron gravemente por el desborde de la presa.

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La mañana del 16 de septiembre, el ambiente era desolador por una ciudad destruida. Los puentes de Morales, Santiago, La Tercera Chica y Soledad fueron abatidos por la tormenta. El puente del ferrocarril, conocido como El Naranja, quedó con graves daños infraestructurales, dejando en su suspensión el tránsito ferroviario.

Algunos espacios emblemáticos como “La Granja”, negocio y zona de recreo del señor Puyou; El Teatro Arista, ubicado en la esquina de Darío de los Reyes y Damián Carmona, desaparecieron junto con la lluvia.

La cifra oficial de muertos se desconoce, pero se habla de 170 cuerpos recuperados. ¿Qué sabes acerca de estos fatídicos días?

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