¿Alguna vez has visitado en Puente del Carmen y has percibido una atmósfera inusual o extraña en el lugar? Este conjunto de ruinas se ha convertido en el escenario principal de numerosos mitos y aterradoras leyendas.

La Planta se localiza en el Ejido Puente del Carmen, dentro del municipio de Rioverde, en San Luis Potosí. Es importante destacar que esta zona forma parte del Área Natural Protegida Parque Estatal “Palma Larga”.

¿Qué era La Planta?

La Planta era una compañía hidroeléctrica que se estableció en 1918, aprovechando los recursos hídricos de la región para la generación de energía. Sus instalaciones fueron construidas específicamente para utilizar el caudal de los manantiales y arroyos presentes en el área.

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La Planta en Rioverde. Foto: Descubre Rioverde
La Planta en Rioverde. Foto: Descubre Rioverde

Esta obra impulsó considerablemente el desarrollo y la modernización de la cabecera municipal, ofreciendo un sustituto energético a las pequeñas plantas que hasta entonces proveían de electricidad a la zona.

Lamentablemente, una inundación ocurrida en 1930 marcó el fin de su operación. Tras el desastre, sus vestigios se transformaron en un balneario que gozó de gran popularidad entre los residentes del municipio.

Sin embargo, con el transcurso del tiempo el sitio fue cayendo progresivamente en el abandono, hasta convertirse en el paraje solitario que es hoy en día. Un factor adicional que contribuyó al descuido de La Planta es el hecho de que por este sitio ahora discurren aguas residuales.

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Los lugareños aseguran que, a pesar de que la zona permanece desierta, han sido testigos de sombras y han escuchado ruidos extraños dentro de las ruinas.

Debido a que es una estructura antigua, existe la creencia popular de que las ruinas retienen las energías de los antiguos trabajadores o de aquellas personas que perdieron la vida durante la catastrófica inundación.

Además, en las cercanías se encuentra la histórica Hacienda de San Diego, una edificación sobre la que se cuenta que, durante la época de la Revolución Mexicana, los ladrones eran colgados en sus árboles. Por esta razón, se especula que las almas de estos ejecutados podrían penar en las áreas circundantes a los mezquites.

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