San Luis Potosí además de ser un estado con una gran riqueza natural, arquitectónica y cultural, también es cuna de emprendimientos que han conquistado no solo a las y los potosinos, sino a todo México y en algunos casos hasta han logrado traspasar las fronteras, aquí te presentamos las marcas más representativas que nacieron en este estado.
La marca tiene 55 años de historia, su fundadora es Leticia Serment Cabrera, quien con orgullo compartió que la historia de botanas Provi se simplifica a “trabajo, trabajo de toda una familia, sin tecnologías, marcas ni etiquetas; trabajo sin perder nunca de vista la calidad en el producto, esas son las raíces de Provi”.
Leticia Serment preparaba botanas para su familia, reuniones y también algunos eventos patronales, de ahí surgió la idea de emprender vendiendo botanas, principalmente papas y cacahuates, y al día de hoy se ha extendido a toda una gama botanera.
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Esta marca potosina tiene sus raíces desde 1890, en el municipio de Cedral, San Luis Potosí, a manos de una humilde familia que tenía un negocio de abarrotes llamado "La Frontera", y que al tener contacto con la compra de cacao empezó a producir chocolates de forma artesanal, posteriormente un empresario potosino compró el negocio de producción de chocolate asentándose en la capital.
En una vieja casona, se improvisó la antigua fábrica en el barrio de San Miguelito.
Luis Eugenio Gómez Compean, gerente general de Chocolates La Frontera, narra que fue años más tarde, cuando un 28 de febrero de 1991 se constituyó formalmente una sociedad para impulsar el proyecto, convirtiéndose en una empresa absolutamente familiar.
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Una marca que ha puesto el nombre de San Luis Potosí muy en alto, se ha posicionado como líder en el mercado exportando sus productos a más de 40 países. Canels fue fundada en 1925, especializándose en fabricar chicles y golosinas.
El éxito de la marca se ha basado en que desde sus inicios hasta el día de hoy ha sido liderada y operada por la familia García Navarro. Canel’s actualmente opera cuatro plantas de producción en confitería en San Luis Potosí.
En las reuniones y convivios entre amigos y familiares nunca pueden faltar las botellas de aguas de Lourdes, se trata de la marca de agua mineral que se embotella desde San Luis Potosí en el Pueblo Mágico de Santa María del Río.
El municipio que es cuna del rebozo también lo es del agua mineral favorita de las y los potosinos y de muchos mexicanos. El balneario de Lourdes atesora aún las huellas de lo que fue la embotelladora en sus inicios desde 1937.
Una fábrica antigua con cimientos de piedra, los visitantes aún pueden apreciar el sitio donde se llenaban las botellas, algo de maquinaria y siguiendo el camino, el manantial de agua donde también se sitúa la escultura de la virgen que hace alusión a la que encuentra en Francia.
La marca que este año llega a los 60 años de operaciones, inició bajo el nombre de “Potosí Industrial” con apenas 16 empleados que trabajaban en el remolque de un tráiler, lugar donde sobre un banco de trabajo construyeron la primera bicicleta de la compañía. Ante el crecimiento y aceptación de las bicicletas en 1994 se fundó Alubike, siendo los primeros fabricantes de cuadros de aluminio en América latina.
En 1997 alcanzaron más de 5 millones de bicicletas producidas. La marca logró diversificar y extender su gama a otros productos de ciclismo, sin embargo eso no fue todo, pues en 2006 se creó la marca diseñada para el ciclismo de las olimpiadas, “Krbo”.
En 2019 inauguró su nueva planta en San Luis Potosí bajo la convicción de impulsar un clúster de ciclismo en la región. Su complejo abarca más de 130 mil metros cuadrados distribuidos en dos naves industriales con una capacidad para producir hasta 800 mil unidades anuales.
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