Juan Antonio Rodríguez Chessani es líder de un grupo de comerciantes informales que cada domingo llegan a instalarse a este famoso tianguis potosino, también conocido como “El reborte”, “De las Vías” o más recientemente, el Tepito de San Luis Potosí.
El tianguis, según presumen sus comerciantes es el más largo de México, aproximadamente 12 kilómetros divididos en cuatro hileras y que aglutina a alrededor de 3 mil 500 puestos. Una reubicación los trajo hasta aquí y por “querer chingarnos, nos hicieron un favor”, señala el comerciante. Oficialmente el más grande del país se encuentra en la Ciudad de México y es conocido como el tianguis de la San Felipe de Jesús.
Fue en 1987, cuando una veintena de comerciantes de ropa llegaron a estos terrenos que son propiedad federal, ya que forman parte del acotamiento de la concesión ferroviaria que tiene Kansas City Southern a su paso por la capital de San Luis Potosí y que consta de 15 metros de ancho a los costados de las vías, desde Avenida Muñoz y Fray Diego de la Magdalena.
En aquel momento, los comerciantes se instalaban en los alrededores del mercado “16 de Septiembre”, muy cerca del Centro Histórico, sin embargo, el gobierno municipal de Guillermo Medina de los Santos lanzó la orden para removerlos con el uso de la fuerza pública, por ello decidieron mudarse a estos terrenos con amplio espacio y al no ser jurisdicción municipal ni estatal difícilmente pueden moverlos.
Desde entonces y hasta ahora, llevan 36 años instalados en estos terrenos y cada domingo excepto en pandemia, han estado presentes, y actualmente el tianguis parece estar más vivo que nunca.
En este tianguis pueden encontrar todo lo que buscas, es por ello que se ha nombrado el “Tepito Potosino”, ya que hay ropa de paca, electrónica, mascotas, comida, ropa, zapatos, muebles, herrería, fierro viejo y demás artículos que atraen cada domingo a unas 50 mil personas, dejando una derrama económica de 10 millones de pesos.
Sin embargo, pese a la gran cantidad de personas que llegan a este tianguis, Rodríguez Chessani afirma que las ganancias que tiene ahora no son como en los años ochenta y noventa, la competencia ha bajado sus ventas y como él dice esto le “dio en la madre”.
El gobierno de San Luis Potosí, tanto el estatal como municipal han intentado moverlos y reordenarlos en las instalaciones de la Feria Nacional Potosina (Fenapo), sin embargo, no han logrado concretar esta mudanza y aunque afirman hay quejas de vecinos por la basura y falta de estacionamiento, el líder comerciante asegura que es algo que “inventaron” las autoridades para correrlos.
Comerciantes recordaron que, al inicio del tianguis había quejas de vecinos, pero conforme ha crecido este lugar, las casas que están sobre Avenida Hernán Cortés han cambiado su domicilio para convertirse en locales comerciales, por lo que resaltan que de haberse quitado, stos negocios no existirían.
“Nosotros mismos somos los vecinos de las colonias de alrededor”, comenta el líder que lamentó haberse enfrascado en la grilla para hacer valer los derechos de sus compañeros y posicionarse en contra de las cuotas que les pedían constantemente.
Por lo anterior, comerciantes de este famoso tianguis lo eligieron líder, pero Chessani asevera que hay otras cuatro organizaciones, con quienes no tiene relación y tampoco lucha, porque “hay para todos.”
Este famoso personaje, platica con EL UNIVERSAL San Luis Potosí cómo es que, de haberse enfocado a su negocio, habría continuado con la unión de su familia, una casa propia, locales y solvencia económica, pero lo perdió todo por luchar por sus derechos de comerciante.
“Ahorita sería el más rico de todos, pero andar de líder me costó perder locales, tenía una buena casa y la perdí, tenía una buena familia y también la perdí por andar haciéndole a la lucha social”, destacó, pero gracias a todo el trabajo que ha realizado sus hijos y nietos han podido comer durante muchos años.
El Tianguis de “Las Vías” se ha convertido en uno de los más grandes de San Luis Potosí, financieramente es poderoso y a pesar de los intentos de algún gobierno por removerlos, los comerciantes continuarán en el lugar, porque se ha convertido en una gran fuente de empleo para más de 3 mil familias potosinas.
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“Si no fuera por este mercado, muchas familias hubieran caído en la delincuencia. Yo no tengo quien me jubile, me voy a morir aquí, trabajando, vendiendo ropa como siempre”, finalizó Juan Antonio Rodríguez Chessani.