México es experto en el maximalismo, que es una corriente cultural y estética que celebra la expresividad y lo extremo. Por lo tanto, el meximalismo consiste en saturar, engrandecer y expandir los símbolos, colores y tradiciones de México.
De esta forma, México expresa su orgullo al abrazar la abundancia y la riqueza de los detalles, defendiendo su identidad que se niega a ser simple.
Esta filosofía de vida no solo se encuentra en el arte, ya que también ha invadido la cocina mexicana. Un claro ejemplo de esta tendencia es la creatividad en el pan, el cual ha llegado a ser maximalista por su sabor y color “saturado”.
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La concha es tan emblemática en México que se han creado otras variedades creativas como las manteconchas, las donchas, la peyoconcha y la conchasúchil. Con estas creaciones, México demuestra que no tiene límites en su gastronomía. ¿Cuál es tu preferida?
Proveniente de Oaxaca, esta pieza de pan es una de las expresiones más bellas de la panadería ceremonial y está ligada al Día de Muertos.
La base es un pan de yema dulce y esponjoso. A este se le añade un toque de anís o ajonjolí. La clave del Pan de Caritas es una pequeña figura de masa que se coloca en el centro de la pieza, que simboliza el rostro del difunto a quien se le dedica la ofrenda.
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Este se realiza en Tabasco, en Villa Tamulté de las Sabanas. Se caracteriza por su forma extravagante que simula la forma de un cocodrilo con sus escamas y ojos bien marcados.
Se asocia a rituales y ofrendas, sobre todo en lugares donde este animal tiene un significado cultural valioso.
La Rodilla de Cristo es un pan que combina el dramatismo religioso con un color muy llamativo. Es tradicional de Michoacán y en algunas partes de Puebla.
Es redondo, similar a un bollo grande. Al hornearse se le hace un corte profundo en la parte superior, por lo que al cocinarse se revienta.
Lo mejor está en su toque final, pues se le cubre de azúcar granulada de color rosa mexicano o rojo intenso. ¿Qué pan agregarías a esta lista meximalista?