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Los visitantes del centro histórico de la ciudad capital de San Luis Potosí se inundan con el resonar de los coros del "Ave María", "Te quiero dijiste", o "Siempre libera", que interpreta Montserrat Vega, operista urbana que cada noche conquista a su público más fiel, los transeúntes que cruzan por el pasaje Zaragoza.
Para ella, la música fusionada con la interpretación y las emociones son parte de su esencia, pues creció escuchando a sus padres que son cantantes líricos; sin embargo, tras una infancia en clases y coros infantiles, a los 12 años tras audicionar para la academia "Esperanza Azteca" y resultar seleccionada de entre 500 niños, el canto se volvió parte de su vida.
Montserrat narró a EL UNIVERSAL de San Luis Potosí que fue hasta los 18 años, cuando su preparación se transformó al ser instruida por distinguidos maestros como: Patricia Mena y José Manuel Caro, Guillermo Pérez, hasta llegar finalmente con el maestro Miramontes Zapata quien al notar sus habilidades vocales le ofreció un lugar en las filas del coro de la orquesta sinfónica del estado.
En 2019 y en este mismo año representó al estado como Revelación Juvenil de la Ópera en el concurso nacional de canto Carlo Morelli celebrado en el palacio de Bellas Artes, desde entonces no ha parado y de ha fijado como meta llevar esta expresión artística a recintos poco usuales dónde aún el público que no es aficionado termine enamorado.
"Comencé a cantar en el centro de la ciudad como un mero experimento primeramente quería vencer el pánico escénico ya que sufría un poco de eso, pero también quería saber que pasaría con las personas si escuchaban a alguien cantando ópera en las calles, tal fue mi sorpresa que en mi primer día estaba rodeada de muchas personas", compartió.
Actualmente Montserrat usa el dinero que gana tras sus presentaciones en las calles del centro en sus estudios, "pero más que el apoyo económico lo que me anima más que nada es el apoyo de la gente, las personas de San Luis y los turistas me han recibido de una bonita manera, incluso hay personas que evidentemente viven al día y se rebuscan en todas las cosas que tienen para darme un peso o unos centavos, he recibido flores, dibujos, cartas, esculturas hechas a mano, sin fin de cosas".
La operista urbana celebra la reacción de los niños pequeños al escuchar la ópera, ya que son quienes regularmente obligan a sus papás a quedarse escuchando y se maravillan, asimismo, adultos mayores que no contienen la emoción y con lágrimas en los ojos reconocen su talento.
Montserrat cada día reafirma llevar ópera al acceso de las personas, que conozcan las piezas y se elimine la creencia de que es música de la "élite".
