El telar de cintura es uno de los instrumentos que datan desde la época prehispánica con el que se realizaban textiles utilizados como adornos o ropa, pese a que es un legado cultural arraigado en el municipio potosino de San Martín Chalchicuautla, esta tradición se ha ido perdiendo poco a poco.
Catalina Bautista Felix es una de las seis artesanas de San Martín Chalchicuautla que busca mantener vivo el uso del telar de cintura y con ello su cultura huasteca, pues su pasión deriva del resultado final que obtiene tras varias horas sentada y el impacto visual de sus textiles en las personas que aprecian su trabajo.
Desde la Feria Nacional de la Huasteca, que se realiza en el municipio de Aquismón, Catalina contó para EL UNIVERSAL que desde hace 13 años ha realizado productos textiles artesanales en telar de cintura, los cuales hace para consumo personal y para vender.
Decidió aprender a utilizar el telar de cintura luego de ver los rebozos y manteles que su suegra realizaba, debido a que le llamaba la atención la mezcla de formas y colores que después de mucho esfuerzo se consigue con el trabajo que requiere de mucha paciencia y dedicación.
"Es un proceso difícil porque tienes que tener muchisima paciencia para poder acomodar el telar (...) cuando empecé nada más me la pasaba checando cómo acomodarlo con otros hilos gruesos para poder ver los cruzados, pero aprendí en medio año por que es laborioso", agregó.
El telar se compone de cuatro estantes en donde los hilos se van acomodando de acuerdo a la imaginación y creatividad del artesano, con tablas de madera que asemejan a un machete se va entrelazando el hilo que dará la forma; sin embargo, el acabado final se da con un palo tambien de madera que aplasta los hilos y así los mantiene fijos.
Para este proceso, que puede tardar de uno hasta meses según el tipo de largo o producto a realizar, según lo comentado por Catalina, se requiere del uso de hilos de hebrar, hilasa, cristal o de algodón.
Catalina hizo un llamado a las personas para poder consumir los productos locales que realizan artesanos y artesanas en todo el país, la zona Huasteca, pero sobre todo de San Luis Potosí para evitar que las costumbres, los bordados, expresiones y tradiciones de las comunidades se vayan olvidando y un día no se puedan reproducir más.