Uno de los más preciados y poco conocidos dulces tradicionales de Rioverde son las naranjitas Kumquat rellenas de nuez, se trata de un fruto originario de China, aunque de forma extraña se llega a cultivar en el municipio de Rioverde. Si la planta tiene éxito, se puede llegar a preparar un manjar que no solamente conlleva un laborioso proceso de preparación, sino que también requiere de ingredientes de alta calidad muy difíciles de conseguir.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, Martha Cansino, habitante de Rioverde, San Luis Potosí, compartió que cada vez son más escasas las personas que realizan y ponen en venta este manjar, ya que los árboles que dan el fruto se encuentran usualmente en casas particulares, por lo que muy difícilmente se venden en mercados de Rioverde y de la capital potosina.
Si bien, ella relató que ella no cuenta con un árbol de estos en su domicilio, sus amigas le llegan a regalar o bien, los compra en el tianguis. Sin embargo, con la sequía de este año, los frutos que se dan en esta temporada no alcanzaron la calidad deseada, por lo que, en vez de comprarlos, optará a pedir este fruto a amigas o vecinas.
Martha Cansino aprendió la receta de una amiga y la guarda como uno de los más preciados postres que puede preparar a su familia en estas fechas navideñas, debido a que la naranjita sólo se da durante esta época. Además de un valor sentimental, el postre tiene un valor económico, pues si lo llegara a vender, tendría un precio de 300 pesos por docena.
Reveló que para realizar esta receta se requieren de 125 naranjitas por preparación, ya que, por tradición, se dice que si no es este número exacto de frutas, la mezcla no se cristalizaba. Tras conseguir el principal ingrediente, los pasos son los siguientes:
125 naranjitas
1/4 de nuez
1 litro de agua
1 kilo de azúcar
1 lata de leche condensada
Rallar las naranjitas para quitarles el zumo (si se les deja, se amarga) lo cual, debe hacerse con mucho cuidado para no romper la cáscara.
Después, deben remojarse en un tiempo de 12 horas. Transcurrido ese tiempo, se enjuagan hasta que el agua quede clarita y, con una navaja, separar la cáscara de la naranja.
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Posteriormente, se debe hervir un litro de agua con un kilo de azúcar hasta que se haga una miel.
Se añaden las cascaras de naranja: “hasta que se vea por completo el fondo; vas a tardar unas dos horas meneando hasta que las cascaritas ya nada más se ven cristalizadas, se ven transparentes”.
Por otro lado, se debe llevar a una olla medio litro de agua, una lata de leche condensada y 250 gramos de nuez.
Finalmente, las cascaritas cristalizadas se rellenan de esta mezcla y se espolvorean de azúcar.