La llegada de la temporada decembrina trae y despierta la memoria a los potosinos de los tiempos en los que la población se volcaba en una sola causa, la bondad y ayudar a quienes más lo necesitan, así fue la historia de Camino a Belén, el programa que marcó la historia de beneficencia en el estado potosino.
Si hay algo que unía a los potosinos en época decembrina era Camino a Belén, un programa creado por el Padre Joaquín Antonio Peñalosa Santillán originalmente en radio desde los años setentas y posteriormente transmitido en el Canal 13 televisora potosina, en donde se pedía la colaboración de la sociedad para ayudar a niños y niñas con alguna discapacidad o enfermedad grave principalmente en condición de marginación.
Al respecto, el padre Jorge Aurelio Ramírez Torres, quien actualmente es el párroco del Templo de La Compañía de Jesús en el Centro Histórico de San Luis Potosí, pero que en su momento fue conductor del programa Camino a Belén, recordó que aunque la aparición del Teletón en la televisión mexicana fue uno de los detonantes que derivaron en la cancelación de Camino a Belén.
Los inicios de Camino a Belén
Camino a Belén surgió de la idea del Padre Peñalosa, quien, según recuerda Ramírez Torres, era un excelente docente en el seminario y de hecho desde ese momento le interesaron también los medios de comunicación, pero un programa como Camino a Belén fue posible gracias al genio que era Peñalosa además de que “estaba bien conectado” en la sociedad potosina.
El firmato del programa era el siguiente, se presentaba el conductor entrevistando al pequeño beneficiario, regularmente junto con sus padres en donde se planteaba el caso, la situación económica y los recursos que necesitaba la familia para adquirir, por ejemplo, algún determinado medicamento, prótesis o alguna operación; posteriormente se hacía el llamado a la audiencia a colaborar llamando al teléfono del canal para hacer sus aportaciones.
Dependiendo de cómo se iba avanzando en cuanto a la solidaridad de la audiencia se iba mencionando cuánto se llevaba y cuánto faltaba para alcanzar la meta, en cuanto se hacía se podía pasar a un siguiente caso, para eso, por supuesto, había todo un trabajo previo de producción para hacer la selección de los casos, que hacían llegar regularmente al propio Peñalosa.
Asimismo, se contaba con patrocinadores de diversas marcas locales y nacionales, que aparecían en el programa o en los comerciales y era gracias a estos patrocinadores que Peñalosa podía pagar el espacio en el Canal 13 y lo hizo así durante décadas, pero el formato se fue agotando y también la sociedad potosina cambió.
El final de Camino a Belén
El presbítero Ramírez Torres, quien le dio continuidad a Camino a Belén desde 1998 al año 2000, recuerda que en su momento se hizo la reflexión que la gente en décadas anteriores era mucho más respetuosa con este tipo de circunstancias, ya en las últimas ediciones había muchos casos de llamadas “de broma”, en donde llamaban, pero realmente no daban en donativo.
Lo anterior además de que Teletón tuvo su primera edición en México en 1997, con un formato mucho más atractivo y con más recursos, así como el fallecimiento del padre Peñalosa en 1999, suscitaron que finalmente se cancelara este programa en la televisión potosina.
Sin embargo, tanto Camino a Belén como el nombre del padre Peñalosa son recordados con nostalgia y cariño entre la población potosina hasta el día de hoy, a más de 20 años de su desaparición de la televisión.