Ubicado en el corazón del Altiplano potosino, Cedral, San Luis Potosí, es un destino que combina historia, cultura, tradiciones y paisajes naturales. A tan solo 23 kilómetros de Matehuala, este apacible municipio aspira a recibir la denominación de Pueblo Mágico y razones no le faltan.
Con una historia que se remonta a tiempos coloniales y una vida comunitaria marcada por sus fiestas tradicionales, Cedral se perfila como un rincón imperdible para los viajeros que buscan autenticidad en sus recorridos por el país.
Cedral nació en 1726 como una hacienda vaquera, según relata el cronista franciscano Fray José de Arlegui. Posteriormente, en 1795, los frailes franciscanos le dieron el nombre de Santa María de la Asunción del Cedral y fue hasta 1826 cuando obtuvo oficialmente la categoría de municipio con el nombre de Cedral.
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Durante la época virreinal, este lugar fue clave en el procesamiento de minerales procedentes del Real de Catorce, lo que impulsó su crecimiento económico. Sin embargo, también sufrió los embates de la guerra de Independencia y la Revolución Mexicana, dejando huellas que hoy se reflejan en su patrimonio y carácter local.
Uno de los principales atractivos de Cedral es su centro histórico, con calles amplias rodeadas de fresnos y nogales, donde se conservan casonas antiguas de arquitectura tradicional del norte del estado.
Entre los edificios que no pueden faltar en una visita está la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en 1910 por el arquitecto Octaviano L. Cabrera. De estilo neogótico, esta iglesia destaca por su fachada de ladrillo decorado y su única torre, que contrasta con el diseño original de dos.
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Otros sitios emblemáticos son la Presidencia Municipal y el Mercado Hidalgo, ideal para adquirir productos locales y degustar la gastronomía típica de la región.
Cada año, del 31 de julio al 15 de agosto, Cedral celebra su Feria Regional en honor a la Virgen de la Asunción. Este evento es el corazón de su identidad cultural y atrae a visitantes de todo el Altiplano.
Las celebraciones incluyen danzas tradicionales, peleas de gallos, corridas de toros, carreras de caballos y bailes populares, en un ambiente lleno de música, color y fervor religioso.
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La gastronomía de Cedral es otro de sus grandes encantos. Entre los platillos más representativos se encuentran:
Todo esto acompañado por productos lácteos locales que reflejan la riqueza ganadera de la región.
Cedral conserva oficios tradicionales que forman parte de su identidad. En sus talleres aún se fabrican:
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Estas piezas no sólo representan un legado cultural, sino que también son recuerdos perfectos para quienes visitan la región.
El entorno natural de Cedral es ideal para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza. Rodeado por paisajes semidesérticos y montañosos, el municipio invita a explorar sus alrededores, recorrer sus calles empedradas y disfrutar del clima agradable.
Cedral reúne las características esenciales para ser nombrado Pueblo Mágico: historia viva, arquitectura tradicional, festividades únicas, rica gastronomía y un legado artesanal que se conserva con orgullo.
Visitar Cedral es redescubrir el alma del norte potosino, en un lugar donde el pasado y el presente conviven en armonía.